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— Claramente ambos tuvimos la culpa, pero quiero dejar de lado el enojo y disfrutar los últimos días que te quedan aquí

— Yo igual. Te prometo que estando allá vamos a hacer videollamada todos los días, y más vale que estés con nuestros hijos -sonrió.

— Si así lo quieres, ahí estaremos los cuatro -también sonreí.

~Dos semanas después~

Los días pasaron más rápido, o así lo sentí.
Disfruté cada minuto junto a Minho, como si hubiesen sido los últimos, pero había llegado el día. El maldito día de su vuelo a Inglaterra. Ahí nos encontrábamos, en el aeropuerto esperando a que sea la hora del vuelo. Triste, pero feliz por poder verlo cumplir sus sueños.
El tiempo pasaba cada vez más rápido, hasta que hablaron por los parlantes indicando que el vuelo saldría en minutos.
Estaba nerviosa, no sabía cuándo lo volvería a ver, si en semanas, meses o años. Eso me angustiaba.

— Bien, llegó la hora -dijo él, levantándose y agarrando sus cosas.

— ¿Tienes todo? -pregunté, a lo que él asintió.

Ambos quedamos en silencio, uno incómodo, porque no sabíamos siquiera cómo despedirnos, era difícil hacerlo.
El poco tiempo que teníamos se nos acababa y ninguno era bueno con las palabras, así que simplemente lo abracé lo más fuerte que pude, y él hizo lo mismo. Contuve mis ganas de llorar y pocos minutos después nos separamos, para luego besarnos. Era de esos besos que después no pueden salir de tu mente.

— Suerte, te irá muy bien -sonreí.

— Eso espero -imitó mi acción.

Nos dijimos el último "adiós" y se fue, con una carita de emoción y felicidad, eso me daba paz.
Cuando lo perdí de vista entre la gente, salí del aeropuerto para dirigirme a casa, mientras pensaba como sería vivir así, sin la única persona que te apoya.
Cuando llegué me encontré con lienzos de todos los tamaños, pinturas de todo tipo y pinceles de todos los trazos existentes. No sabía que era todo eso, hasta que encontré una notita en uno de los lienzos.

"Dejaste los enojos y peleas de lado para dejarme cumplir lo que siempre quise. Sé que te duele, a mi igual, pero gracias por apoyarme una vez más.
Creo que también tenía que disculparme de alguna forma, y esto es lo mejor que se me ocurrió.
Quiero que, como yo, disfrutes lo que te gusta hacer, quiero que pintes miles de paisajes, animales y todo lo que se te venga a la mente. Además, quiero verlos, porque me encantan y me hacen feliz tanto como a ti.
Mientras lees esto, de seguro ya estoy en camino a Inglaterra, pero te prometo que apenas llegue al hotel nos contactamos.
Que lo disfrutes, te amo.

P/D: cuida de Susy.

Atte: El chico más lindo de todos, Minho".

(...🥀...)

Habían pasado unas horas desde el vuelo de Minho. Sentía el gran vacío que había en la casa sin él. Ahora tenía que acostumbrarme a este tipo de entorno tan solitario.
Me encontraba acurrucada en el sillón comiendo helado mientra veía el show que solía ver con él. Cada minuto miraba el reloj colgado en la pared esperando alguna llamada, pero las horas se volvían interminables. Sabía que a lo mejor estaba lo suficientemente cansado como para hacer una llamada o simplemente ni siquiera había llegado, pero sentía una gran inquietud al saber cómo encontraba.
El ringtone de mi celular hizo que dejara el helado de lado, alguien me estaba llamando. Contesté lo más rápido que pude.

— ¿Hola?

— HyeEEee, no sabes lo que tengo

— Oh, hola Hyunjin... -traté de no sonar tan desanimada al contestar.- ¿qué tienes?

— Compré 2 entradas para ir a la feria del parque acuático y pensé que podríamos ir los dos

— Hyunjin...

— Se que estas desanimada porque hoy se fue Minho, por eso quiero que vengas conmigo, quiero que subas tus ánimos. Piensa, ¿a él le gustaría que estés todo el día en el sofá, deprimida?

— Mmh...

— Vamos Hye, hoy es el último día en que está la feria, por favor, ven conmigo

Me quedé en silencio por rato, pensando. Tal vez Hyunjin tenía razón y no debería quedarme todo el día en el sillón deprimiéndome, de todas maneras él ya había comprado las entradas, no podía negarme.
Suspire pesadamente.

— Está bien, iré contigo a la feria

— Perfecto, en 30 minutos estaré allí

— Bien, te veo luego –colgué.

~Minho~

Ya habían pasado varias horas y por fin había llegado, estaba cansado pero feliz.
La academia pagaba los costos del estudio, vivienda, etc. Pero primero debía comunicarme con ellos. Eran las 00:00 a.m., estaba completamente seguro que nadie me contestaría, así que decidí quedarme en un hotel.
Cuando por fin llegué a mi habitación lo primero que hice fue llamar a Hye. Llamé una, dos, tres, y hasta cinco veces pero nadie me respondió. Tal vez está ocupada, pensé.

~Hye~

Había pasado las tres mejores horas de mi vida. Al principio no estaba para nada animada, pero Hyunjin una vez más logró que lo estuviese, realmente nos divertimos.
Luego de la feria fuimos a casa, donde le pedí a Hyunjin que se quede para que comamos algo, y eso hicimos.
Luego de una hora más, Hyunjin tuvo que irse, así que me dediqué a acomodar las cosas que Minho había dejado de regalo. Fue ahí cuando me acordé que tenía un celular, así que rápidamente lo agarré.
Diez llamadas perdidas, la última había sido hace una hora. Me fijé la diferencia horaria entre los dos países, y ahí ya eran pasadas las 3 a.m., claramente él ya se había dormido.

~Minho, al día siguiente~

Me había quedado dormido llamando a Hye y esperando recibir una llamada de ella.
Ya eran las 14:00 p.m. y me levanté con un dolor corporal terrible, puesto a que me dormí en una posición espantosa. Eso me afectaría mucho a la hora de practicar.
Agarré mi celular para ver la hora, pero se había quedado sin batería en plena madrugada, así que lo puse a cargar ya que debía llamar a la academia.
Después de que cargue un poco lo prendí y me encontré con un mensaje de Hye, que, para ser sincero, ignoré. Lo primero que hice fue realizar la llamada que tenía pendiente.
Cuando terminé de hablar y arreglar todo con la academia le presté atención a dicho mensaje.

Hye 🖤

Cariño, perdón por no responder. Estuve esperando por unas horas pero pensé que aún no habías llegado, así que decidí distraerme y creo que me pasé. Lo siento nuevamente, cuando puedas llámame de nuevo.

03:43 a.m.

La entendía, sabía que no era fácil porque también sentía lo mismo, y claramente todos necesitan una distracción de vez en cuando.
Tenía que ir a la academia a retirar las llaves del departamento cerca de las 18:00 p.m., aún me quedaba tiempo así que decidí llamarla, pero nuevamente no hubo caso. Intenté más de cinco veces y nada. No fue mucho el tiempo que tardé en darme cuenta de la diferencia horaria, ella ahora mismo debe estar dormida con tres gatos encima. Con eso me puse a pensar que sería casi imposible comunicarnos, puesto a que probablemente en el poco tiempo que ambos estemos despiertos, yo estaría ocupado. Me dolía, mucho para ser sincero.
Dejé de insistir con las llamadas y tiempo después fui a hacer las cosas que tenía que hacer. Me instalé en el departamento e inmediatamente volví a la academia, me habían dicho que desde ese mismo día empezaría mis prácticas.

Imperfect // Stray Kids; Lee MinHo. [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora