Criando a un Pirata (ZoSan)

Quince

¿Qué es la curiosidad? La curiosidad es el deseo de saber o aprender algo nuevo, es el deseo de querer expandir tu mundo, algo que todos en algún momento experimentan, y que para algunas personas puede ser complicado por su posición en el mundo, por ejemplo, para Argent era difícil saciar su curiosidad.

Al ser hijo de piratas tan temidos casi no lo dejaban bajar a las islas, sólo a las más tranquilas, pues temían por la vida del niño, si, niño porque ya no era un bebé, a los cinco años ya era grotesco que incluso Sanji le siguiera hablando como si tuviera retraso.

Argent era un niño bastante bien portado, decía malas palabras de vez en cuando por culpa de sus papás que todo el tiempo se insultaban, pero casi no, era bastante educado. A esa edad ya podía ir sólito al baño, comía como una persona decente, hablaba... Bueno, ya casi no decía palabras mal, caminaba como una persona y no como un pingüino, y había empezado a aprender a leer con ayuda de la tía Robin.

Volviendo al punto inicial de la curiosidad, resulta ser que, en esa ocasión, llegaron a una isla con más vigilancia que las anteriores en las que había bajado, entonces sus papás le habían dicho que no, no podía bajar a ver que había ahí, debía quedarse con Franky Y Robin, servía que repasaba su lectura.

-Aah..- Se quejó algo desilusionado y cabizbajo. - Esta bien. - Era un niño muy obediente. - Es que se veía muy divertido. - Dijo con los ojitos llorosos. Si, era otro de sus chantajes, era demasiado listo y sabía manipular a su padres.

-...- Zoro se mordió el labio ante la tierna escena que estaba dando su niño. - ¿Podemos llevarlo? - Suplicó a Sanji que era el más estricto con lo de bajar a las islas. - Ándale, mira, se ve que tiene mucha curiosidad, por favor, no seas malo, mira su carita. - Señaló Zoro al pequeño.- Ándale, yo lo cuido. - ¿Quién diría que Roronoa Zoro, el temido cazador de piratas, le estaría suplicando al cocinero del barco que dejara llevar a su hijo a dar un paseo?

-... Ah, esta bien. - Dijo sanji rodando los ojos.

-¡Si! - Argent celebró saltando a los brazos de su padre... De Zoro.

-Bueno, pero lo cuidas bien marimo imbécil. - Le dijo a Zoro antes de que bajaran del barco. - No, ¿Sabes qué? Que venga conmigo, contigo se meterá en problemas y se perderán.

-Trato hecho. - Dijo Zoro saltando del Sunny a la isla y empezando a correr con el brazo levantado para despedirse de los que quedaban en el barco.

-Ah... Bueno, nos vemos Robin-chwan. - Saltó con Argent en la espalda e igual empezó a correr hasta que llegó a la ciudad. - Bueno Ray, no te separes de mi y te comprare algo al final, y si ves a esos tipos vestidos de blanco ya sabes, me avisas y nos ocultamos. - El pequeño asintió. - Debemos tener más cuidado aquí ¿oki doki?

-¡oki doki!

Argent ya sabia como debía actuar ante los enemigos, pues era algo inevitable como piratas. En algunas ocasiones que peleaban contra otros piratas Argent tenía la orden de ocultarse en el cuarto de los chicos y aguardar ahí hasta que todo estuviera bien de nuevo, y si era la marina lo mismo, agregando además, que si llegaban a perder (cosa poco probable) dijera que había sido secuestrado.

La información era poca, perfecta para su edad, conforme pasaran los años agregarían más cosas que decir a la marina en caso de perder una batalla, esto para que Argent no fuera acusado de ningún crimen.

Y en caso de piratas pues... Solamente tenía que ocultarse.

Hasta ahora lo había hecho bien, nadie más que la tripulación de los Heart sabía de su existencia, y eso era bueno, los mares del Nuevo Mundo eran peligrosos.

-Bueno, compraré algo de pescado. - Dijo Sanji acercándose al puesto aún con Argent de la mano. - No te alejes. - Agregó cuando soltó su mano y empezó a elegir.