Ocho

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Era una mañana bastante peculiar, había algo de viento y la brisa salda del océano rozaba la piel de todos los que estuvieran en la cubierta. Una isla otoñal estaba cerca. Había espesa neblina que no permitía ver nada a más de un metro de distancia si estabas afuera, había que ser precavidos, era el clima perfecto para una emboscada.

Todo el Sunny estaba en silencio, estaban alertas por cualquier eventualidad que pudiera ocurrir antes de llegar a la nueva isla. Incluso Luffy estaba callado, era consiente del peligro de aquella ocasión, y aunque estaba aburrido por no poder jugar o ver nada, estaba bastante quieto; Jodía un poco a Zoro, tocando sus cachetes y picándole la panza, el moreno le lanzaba una mirada fulminante y Luffy se tapaba la boca para que sus risas no se escucharan y Nami no le pegara. Argent igual estaba callado, todo gracias a un chupón que Sanji le había colocado, si no estaría riendo por cualquier cosa, quizás incluso, por el suéter que tenía puesto, era un bebé aún, todo le hacía gracia.

-¡Achu!

Todos resollaron por aquel estornudo tan inesperado.

-Ay... Malditas alergias. - Se escuchó el susurro del rubio.

-¡Sanji! - Se escuchó el grito popular en el barco. - ¿Estás bien? - Preguntó el doctor que estaba más cerca de Sanji.

-Seguro Chopper, solo es alergia. - Dijo Sanji mirándolo de reojo.

-¿Alergia a qué, cocinero-san? - Preguntó la morena.

-¡Por Oda, estás ardiendo! - Se exaltó Brook.

-¡Alguien llame a un doctor! ¡Rápido! ¡Necesitamos un doctor! - Empezó a correr en círculos el pequeño reno.

-Pero tu eres el doctor... - Dijo Usopp con una gota de sudor resbalando por su frente.

-Ah cierto. - Sonrió Tony avergonzado. - Sanji, no es normal el estornudo y la fiebre, tendré que revisarte. - Sentenció.

-¿Eh? no, no, así estoy bien, de verdad. - Dijo Sanji dando varios pasos hacia atrás asustado, la última vez que había ido a un chequeo con Chopper había resultado embarazado. - En verdad, vamos chicos, yo jamás me enfermo... - Chocó con una pared, y cuando volteo a ver resultó ser que no era una pared, era Zoro.

-Vamos cocinero, tienes que revisarte. - Acarició su cabeza con extraña ternura en él. - Si estás enfermo podrías contagiar a Argent, ¿Quieres eso? - Levantó una ceja a lo que Sanji suspiró.

-Vale... - Dijo desanimado y entregándole el bebé a Zoro. - Iré al chequeo.

-No es necesario. - Dijo Chopper mirando a Sanji. - Fiebre, estornudos y flujo nasal. - Señaló la nariz del rubio. - ¿No tienes dolor de cabeza?

-Me punza un poco pero nada insoportable. - Dijo Sanji.

-Resfriado común. - Dijo Chopper asintiendo. - Ve a descansar, te prepararé algo más tarde de medicamento, pero lo que más sirve es el descanso. Ve a dormir.

-Eso es aburrido... - Sanji hizo una mueca y suspiró. - Esta bien, iré a descansar. - Hizo un puchero. - Cuídalo bien. - Le habló a Zoro refiriéndose a Argent.

-Soy su padre, estará bien.

-Es eso lo que me preocupa... - Dijo mordiendo su labio.

-Tranquilo Sanji-kun, nosotros lo ayudaremos. - Se escuchó el grito lejano de la pelinaranja.

-Gracias Nami-san. - El rubio sonrió. - Se los encargo chicos, también a Argent. - Rio un poco y los mugiwaras sonrieron asintiendo. Así el rubio se fue a descansar en su cuarto.

* * *

La niebla se dispersó un poco pero aún era difícil ver. Franky, Robin y Brook estarían de guardia. Chopper prepararía la medicina de Sanji. Usopp, Nami, Luffy y Zoro estaban con Argent en el comedor, era la hora de la comida para el pequeño rubio.

Criando a un Pirata (ZoSan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora