Tres

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Cuatro días después que había nacido el bebé... El cual no tenía nombre...

-¡Zoro! ¡Dame al bebé ahora mismo! - Se escucho el grito de Sanji.

-¡Jamás! - Pasó corriendo Zoro cargando al bebé y siendo perseguido por el rubio.

Esto ya había sucedido el día anterior... Y el anterior y el anterior...

Todos pensaban que en cuanto naciera el bebé dejarían de pelear tanto para poder criarlo en armonia como habían pasado el embarazo pero no, peleaban más o igual que antes.

-¿Ahora por qué pelean? - Llegó Nami con Robin que miraba divertida la persecución.

-Zoro-San no quiere que Sanji-San bañe al bebé, dice que se puede enfermar. - Rio la morena al ver como Sanji le gritaba mil y un insultos al peliverde que huía al nido del cuervo. - Esto ya pasó todos los días y Zoro-San se ha salido con la suya, pero Sanji-San hoy está más que decidido a darle su primer baño al bebé, dice que no quiere que huela feo.

-¡Eres un marrano Roronoa! ¡Dame al bebé para bañarlo!

-¡Nunca! ¡No dejaré que lo limpies! ¡Se enfermara!

-¡No se va a enfermar idiota! ¡Dámelo!

-¡No!

Y de nuevo corrían siendo observados por las dos damas que reían, y ellas no eran las únicas, el bebé tambien iba a las carcajadas, todo el movimiento, los gritos, eso le hacía mucha gracia al chiquito que no comprendía aún el mundo.

Unos minutos después...

-Te lo suplico... No lo bañes... - Zoro se aferraba a la pierna de Sanji con un golpe en la cabeza y el rubio lo arrastraba hacia el baño, llevaba ya al bebé para darle su primera ducha.

-No, él no será un cerdo como tu y se bañara diario.

-Pero...

-Pero te callas, de paso tu también te bañas hoy. - Sonrió macabro el rubio y el espadachín salió corriendo despavorido. - ¡Puerco regresa ahora mismo! - Y está vez la persecución fue para que el peliverde se bañara.

El rubio no tardo en atrapar al peliverde, aunque este era más rápido Sanji no se perdía en el barco y logró atraparlo y arrastrarlo al baño, tendrían un baño familiar.

El rubio se aseguró de cerrar bien la puerta para que el espadachín no pudiera escapar, sintió el agua, ya estaba tibia, sonrió satisfecho y vio a Zoro en una esquina haciendo puchero y molesto, no le gustaba mucho aquello del baño... Sanji solo pudo reír, era muy dulce.

-Vamos Zoro, será divertido.

-Tu que eres una nena que se baña todos los jodidos días... ¿Pará que sirve de todos modos?

-Se llama higiene, animal. - Sonrió Sanji y empezó a quitarle la ropita al bebé.

-Oe, oe, ¿Qué haces? - Zoro se aproximó a dónde estaban los dos rubios. - ¿Por qué le quitas la ropa? ¡Le va a dar frío y se enfermara!

-No le va a dar frio, encerramos el calor tonto, además solo porque haya llorado una vez por frío no significa que lo tenga siempre, ¿Verdad pinshipito? - El bebé rio dulcemente.

-Mmh... Bueno, ten cuidado, tampoco se vaya a rostizar por el calor.

-¿Eres idiota?

Sanji coloco al bebé sobre una sabana blanca ya totalmente desnudo, le hizo cosquillas y este río un poco mientras temblaba otro tanto de frío, pero esa sensación le gustaba al bebé, Sanji sonrió satisfecho y se empezó a desabrochar la camisa.

Criando a un Pirata (ZoSan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora