✨EL✨

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ALEX ANDERSSON

Alex, vienes o no?—mi mejor amigo, Carlos quería que fuera a su casa. Por última vez ya que en unos días me tendré que mudar—Ya voy.


—odio la lluvia es muy molesta.

—Te quejas mucho Alex—respondía Carlos mientras me veía irritado por la lluvia.

—¿Qué quieres que haga?, ¡estoy empapado que no lo ves!.

—Con razón no tienes novia Alex, eres demasiado quejista—sonreria burlon.


—Eso te pasa por olvidar el paraguas en la pizzeria, seguro alguien se lo llevó y ahora estamos empapados.

—Ahora eres tú el que se queja Carlos.

—Ya olvidalo estamos a pocos metros de mi casa, nos secaremos y pasaremos los últimos momentos juntos amigo.

Carlos sonaba muy triste, no le gustaba la idea de que me iria. Hemos sido amigos desde el jardín de niños. Siempre hemos estado juntos y nunca nos hemos separado.
Llegamos a su casa—Hola Alex, ¿como estas—preguntaba la mamá de Carlos.

—Estoy bien, señora Margorri.
—Me alegro muchacho.

—Con su permiso iré arriba.
—Adelante. Estas en tu casa hijo.

Subí a la habitación de Carlos, observe nuestra foto de cuando eramos unos niños. —te faltaban dos dientes amigo— Carlos estaba junto a mí—y a tí tres—El jardín de niños fue lo mejor, recuerdo que a Carlos y a mí, muchas niñas nos perseguían. Siempre tuvimos lo nuestro, y ahora tendríamos que luchar solos.

—Te extrañaré amigo—dijo Carlos apunto de llorar.

—Ho amigo, me harás llorar a mi también—lo que no quería era llorar, no quería irme, pero mis papás debían mudarse por un nuevo trabajo que obtuvo mi papá. Además mis abuelos viven en el lugar al que nos mudaremos.

—¿Vendrás a visitarme?—preguntó Carlos, secándose las lágrimas—Claro, lo haré en las vacaciones amigo, te lo aseguro.

—¿Como crees que sea la nueva escuela?— preguntó el chico pelinegro de ojos cafés.

—Igual que las demás amigo, anticuadas—respondí tranquilo.

El tiempo pasó muy rápido, y era hora de irme, tenía que terminar de empacar mis cosas. Me despedí de Carlos y me dirigí hacia mí casa. En el camino iba pensando, en como será el nuevo lugar donde viviré, si conoceria amigos o no. O si conseguiría novia. Tal vez no, nadie me soporta. Mis papás dijeron que iría a un instituto privado, seguro solo hay chicas fresas, mimadas y tontas. La verdad es que odio los institutos privados, por eso siempre estudie en públicos, pero esta vez a mis papás se les ocurrió que era hora de ir a uno así. Algo que no me agrada para nada.

Llegue a casa, mis papás estaban ocupados empacando, así que entre a mi habitación. Me recosté en mi cama.
Y recordé el sueño de anoche,
—quien seria esa chica—era lo que me había estado preguntando todo el dia.
Le conté a Carlos sobre el sueño, estaba muy sorprendido como para creerlo. Así que solo 3 palabras salieron de su boca: "Amigo necesitas novia". Era lo que siempre me decía.
Por alguna razón no podía dejar de pensar en aquel sueño...y en la chica.

—¿Acaso existe?— me preguntaba eso, la chica era demasiado linda.

Recuerdo que en el sueño, estaba en un bosque no parecía un bosque normal, parecía sacado de un cuento de hadas. Estaba caminando, mientras escuchaba un ruido y era de una cascada. La cual brillaba mucho por la luna. Cuando de pronto ví a una chica parada frente a unas flores. Traía puesto un vestido blanco, su cabello estaba suelto color castaño, piel pálida de porcelana, ojos color miel y de estatura pequeña.

Ella también se percató de mi presencia
Se quedó observándome uno segundos
—H-hola— esas fueron las palabras que salieron de sus rosados labios. —¿Quién eres?—pregunté estaba lleno de curiosidad por saber quién era.

—Eso mismo te pregunto a tí—respondió mientras caminaba hacia mí. Como yo lo estaba haciendo. Me quedé observándola, no voy a mentir era muy linda, y su vestido hacía resaltar más su belleza— Lindo vestido-—nisiquiera sé como fue que esas palabras salieron de mi boca. Mierda, no pude controlarme.

—G-gracias—respondió, al parecer la puse nerviosa.

—Me gusta tu cabello-—dijo mientras me miraba de pies a cabeza.

—¿Es muy lindo verdad?—todas amaban mi cabello.
¿Como no lo iba a amar ella?

—Pareces una niña de 16 años— con esa estatura en verdad lo parecía, se veía muy adorable.

Recuerdo que respondió que tenía 18 años tratando de ganar como si estuviesemos en una discusión. Pero estaba lleno de curiosidad y estaba mirándola. Preguntándome cómo rayos, esta chica la cual jamás había visto, ¿había aparecido en mis sueños?. Literalmente lo hizo.
Nisiquiera recuerdo que fue lo que pasó después, ella desapareció en un abrir y cerrar de ojos. Y yo ya había despertado, por mi alarma.

Y fue así como estuve todo el día vagando en mi mente, tratando de descifrar el porqué de todo esto. Pero debia empacar y dormir, mañana sería un día demasiado largo.

—Ho, Luna, estas más hermosa hoy— estaba viendo al cielo y observando la luna, la cual brillaba mucho y era eso lo que más adoraba de ella.

—Buenas noches—dije mientras mis ojos se iban cerrando poco a poco.

Al día siguiente.

Era un nuevo día, y debía seguir empacando mis cosas. No me agradaba la idea de tener que mudarme, pero no tenía opción. Amenos que escapara o que viniera una nave espacial y me llevara al espacio, de lo contrario estaba perdido. Mañana partiríamos hacia nuestro nuevo hogar, y tendría que dejar este el cual amaba mucho, aquí crecí. Tenía amigos, amaba mi escuela y ahora todo cambiaría. Me preocupaba aún más al pensar si me iría bien o no. O peor. ¿Conseguiría nuevos amigos?. No suelo hablar mucho soy muy torpe y rara vez muestro mis emociones...solo espero que me baya bien.

—Alex, ¿empacaste todas tus cosas?.

—Lo hice mamá, empaqué todo..creo.

—Jackson, amor tu hijo al parecer es una mini versión de ti mismo cuando tenías su edad.

—Tú crees Pastelito?–Mis papás estaban felices por ir a un lugar nuevo y empezar de cero, parecían adolescentes.

Mientras seguían con sus cosas, decidí que era mejor optar por ponerme mis audífonos y escuchar a when the party's over de Billie eilish. Amaba mucho esa canción. Era una mezcla muy bonita cuando llovía y la escuchaba. Y eso fue lo que sucedió ese día, comenzó a llover mientras escuchaba la canción. Me dio paz por unos momentos y dejé de pensar en la mudanza, solo pensaba en la lluvia y en como había mojado todo a su alrededor, el frío comenzó a recorrer mi cuerpo. Provocando que quisiera dormir.

Solo pensaba en mis amigos, mi hogar. Todo había cambiado de la noche a la mañana. Imaginaba que, en estos momentos estaba en la cafetería más famosa del lugar, tomando un café y comiendo panqueques con mi mejor amigo. Comiendo todo a la velocidad más rápida que pudiera existir por que llegaríamos tarde a clases...pero me encontraba de camino hacia un lugar desconocido, al cual temía.

De tanto pensar, me quedé dormido. Y probablemente lo haría en todo el camino.

Literalmente Te Soñé. (Gratis). Donde viven las historias. Descúbrelo ahora