Cinco.

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Sobre: Cinco.
Advertencias: Ninguna.
Disfruten...<3
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-Narrador omnisciente.-

—¡Diego!— Llamó t/n, buscando a su hermano por la academia.

Volvió a llamarlo, ahora bajando las escaleras hasta el recibidor, para volver a llamarlo a entrar a la sala.

—¿Navajitas?— Preguntó al entrar en la cocina, y al fin dió con su hermano.

—¿Ocurrió algo?— Preguntó él, al notar que ella lo estaba buscando.

—Nada importante, sólo... Oh, hola Cinco.— Dijo al ver a su otro hermano en la cocina.

Él sólo la vió de reojo, y siguió anotando cosas en la pequeña libreta que tenía entre sus manos.

—Sólo quería preguntarte si habías visto los libros que usábamos de niños para las tareas, Allison quería que Claire los viera y estoy ayudándola a buscarlos.

—Oh si, hay algunos en mi habitación, si los quieren.— Contestó Diego, y ella asintió con la cabeza.— Ya que vas hacia allá, ¿Podrías traerme mi chaqueta, por favor?

—Claro, no hay problema.— Respondió ella con una amplia sonrisa.

Número Cinco arrojó su lápiz con fuerza hacia la pared y arrancó la hoja de su libreta, arrugándola en una bola de papel y quejándose por lo bajo mientras lo hacía. Sus dos hermanos lo vieron extrañado.

—¿Todo en orden?— Le preguntó t/n.

Él volteó a verla con mala cara.—¿Acaso te importa?

—Bueno.. Sólo era para saber si estabas bien.— Contestó ella en un tono bajo.

—¿No tienes cosas que hacer?

—Yo.. Si, lo siento.— Dijo ella al final, para salir de la cocina apenada y viendo al suelo.

Cinco Bufó,‌ pasó las manos por su cabello y se sentó en una silla.

Diego volteó a ver a Cinco con el ceño fruncido.—¿Que diablos fué eso?

Cinco levantó la vista para ver a su hermano.—¿Qué?

—T/n fué súper amable contigo y tú sólo fuiste grosero con ella.. No es...

—¿Qué diablos quieres de mi?— Interrumpió Cinco.

—Quisiera que ella te agrade, como antes. Desde que regresaste no ta has portado bien con ella, pero si eso es mucho para ti, no lo sé, quizás siquiera podrías fingir que te agrada.

—Estoy fingiendo.— Dijo Cinco, levantándose de la silla y haciéndole frente a su hermano.

—Bien, pues hazlo mejor.

—¡Bien!¿Que te parece si voy con ella y le digo lo mucho que me gusta?— Dijo Cinco, utilizando su característico tono irónico, pero parecía hablar más en serio que nunca.

—Cinco, ¿De qué rayos hablas? Pasó una eternidad, tú te fuiste.

— Por eso lo digo, Aún mejor; Puedo decirle lo mucho que pienso en ella, y que estuvo en mi puta cabeza durante todo el apocalipsis.— Habló aún en su tono irónico.

—¿Y que es lo que quieres? Lo dices como si ella pudiera enamorarse de tí otra vez, ¿Después de todo lo que hiciste? ¡Ella quería irse contigo! Lo sabías, y aún así te marchaste.

—¡Si, eso quiero! —Levantó el tono de voz, notando su fastidio ante las quejas de su hermano.— ¡Tengo tantas ganas de que ella de enamore de mi, que por cada minuto, de cada hora, de cada día o puedo creer mi mala suerte de haberme ido sin ella!

T/n se sobre saltó por los gritos de Cinco, y ambos la vieron asomada en al borde de la puerta de la cocina.

Ella intentó decirle algo a Cinco, se lo quedó viendo con la intención de hablar, pero no pudo decir nada. Sus ojos variaron entre Cinco y Diego sin saber que hacer.

—Tu chaqueta.— Dijo finalmente, extendiéndole la prenda a Diego, en cuanto éste la tomó, ella salió con rapidez.

Cinco se quedó viendo la puerta después de que ella salió, estaba entrando en conciencia de que ella había escuchado toda su confesión.

—¿Y ahora que diablos haces ahí parado?— Preguntó Diego, y Cinco lo vió confundido.— Ve a hablar con ella.— Caminó hasta la puerta que salía al patio.— Y deberías hacerlo antes de que sea tarde.

T/n caminó de un lado a otro por su habitación, respirando de forma agitada, tomando grandes bocanadas de aire para tratar de recuperar el aliento, casi entrando en un ataque de pánico, con todas sus emociones revueltas por todo lo que había escuchado.

Se sobre saltó cuando alguien tocó la puerta, pero no se atrevió a contestar.

—Ábreme, sé que estás ahí adentro.— Dijo Cinco desde el lado de afuera, ella caminó hasta la puerta y se apoyó en ella, del lado de adentro de la habitación.— Sé que escuchaste lo que le dije a Diego, así que creo que mínimamente mereces una explicación al respecto.

—Así es, la merezco.— Dijo ella finalmente.— Pero no estoy segura si quiero que me la des.

—Sólamente quiero que entiendas...

—¿Entender?— Dijo, abriendo la puerta de golpe, encontrándose cara a cara con Cinco.—¿Sabes lo que entiendo? Que me has tratado como si fuera invisible desde que llegaste, ¡Desapareciste por diesiciete años! Y sinceramente yo ya te había dado por muerto, y de la nada apareces literalmente cayendo del cielo, ¿Y ni siquiera te molestas en hablarme?

—¿Piensas que no me importó?

—¡Si! Porque jamás dices lo que sientes, y haces parecer que nada te importa.

—Pero no es así.

—Pues así parece... —Se formó un momento de silencio entre ellos, y Cinco suspiro con frustración.— ¿Querías que vaya contigo? Ya sabes, cuando te fuiste..

—Ese era el plan, ¿No? De verdad lamento que no pude hacerlo, no hay nada que hubiese querido más que eso.

—Ya.. Pero eso no sucedió..

—Si me importas.— Dijo él, y ella lo vió casi sorprendida.— De echo, a veces creo que es lo único que me importa... ¿Sabes? Después de toda la mierda que pasamos, deteniendo el apocalipsis y esas cosas, sólo me sentía bien cuando pensaba en ti, y no lo sé, de alguna forma en mi cabeza te volviste mi lugar seguro, en dónde me sentía bien.

Ella suspiró, y simplemente lo abrazó. Él tardo en reaccionar y corresponderle, ya que no se lo esperaba.

Apenas recordaba como se sentía. Un simple abrazo, que para él lo significaba todo.

— Te quiero mucho.— Dijo ella, separándose de él.— Pero pasó mucho tiempo, y de verdad me dolió cuando te fuiste.

—Sé que no soluciona nada, pero.. Ahora estoy aquí, y sé que puede que sea tarde, pero aunquesea ahora sabes lo que siento.

—No puedo garantizarte nada, ¿Entiendes? Es como.. Si necesitara conocerte de nuevo.

Él dejó ver una pequeña sonrisa ladeada.— A mí también me gustaría.. ya sabes, que me conozcas de verdad. Y esta vez no me iré a ninguna parte.

—¿Lo prometes?

—Te lo prometo.

One Shots- Aidan y sus personajesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora