Cinco.

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Sobre: Cinco.
Advertencias: Ninguna.
Disfruten...<3
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-Narrador omnisciente.-

Número Cinco cayó desde el portal que habia creado para salvar a sus hermanos de una muerte inminente en el apocalipsis de dos mil diecinueve. Llamó a sus hermanos repetidas veces, pero no hubo respuesta de ellos y finalmente el portal se cerró.

Él volteó a ver a su alrededor, nada le parecía familiar. Reconoció que estaba en un callejón, y notó un flash proveniente de una de las ventanas del edificio al final del mismo.

Rápidamente se teletransportó dentro del edificio y tocó la puerta del departamento dónde se encontraba dicha ventana.

Un hombre llamado Elliot abrió la puerta, y sin pensarlo demasiado ayudó a Cinco y lo dejó quedarse en su casa, sin entender demasiado lo que sucedía con el chico de súper poderes peculiares.

Una chica llegó después de unos días a la casa, y el único que estaba en ella era Número Cinco, ya que sus hermanos, Diego y Luther habían salido a buscar a Allison, gracias a una dirección que había conseguido Luther por sus contactos con Jack Ruby.

—¿Tú eres Luther?— Preguntó la chica.

Cinco se sobre saltó, dándose la vuelta para ver a la recién llegada.—No, ¿Quién eres tú?

—Oh, entonces eres Diego, mi padre me habló de ustedes.

—Tampoco soy Diego, ¿Quién es tu padre?

—Elliot, él es mi padre, ¿Entonces tú quién eres?

—Soy Cinco, el hermano de ellos dos.

—Ohh, tienes razón, había alguien con un número en lugar de nombre, papá lo mencionó. Aunque.. dijo que eras un extraterrestre..

—Completamente increíble, ¿No?— Dijo, para beber de su taza de café.

—No pareces ser un extraterrestre.

—Vaya, eres una niñita genio.—Dijo sarcásticamente.

—No exactamente, pero si me adelanté dos cursos.— Dijo sin importancia, sentándose encima de la mesada de la cocina.—¿Qué haces aquí?

—Estoy tomando café.— Respondió de forma obvia.

—Eso ya lo sé, pero, ¿Que haces en Dallas?

—Tengo cosas que resolver por aquí.

—¿Amigos?

—No.

—¿Familia?

—Algo por el estilo.

—No hablas mucho, ¿Cierto?

—No me gusta que niñas entrometidas y parlanchinas que no conozco me hagan preguntas.

Ella se bajó de la mesada y le extendió su mano.

—Soy T/n.— Dijo la chica con una sonrisa.

Cinco vió su mano extendida, y tardo sólo unos segundos para estrecharla.

—Pero si admito ser algo entrometida y bastante parlanchina, o al menos es es lo que me suelen decir.— Dijo ella, a lo cual Cinco se permitió soltar una sonrisa.

(...)

—¿Y cómo es esa granja a la que vamos?— Preguntó ella, viendo por la ventanilla del auto.

One Shots- Aidan y sus personajesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora