One Shots- Aidan y sus personajes

Klaus.

Sobre: Klaus, aunque no tiene nada que ver con las otras cosas que estuve haciendo, yo lo sé.
Advertencias: Ninguna.
Disfruten...<3
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-T/N Hargreeves.-

Morí hace unos cuatro años.

Vivía en la academia umbrella hasta entonces, con siete hermanos, seis de ellos con súper poderes, con los cuáles solía ir a las misiones que nos enviaba nuestro padre.

Misiones bastante peligrosas para niños que en ese momento no tenían mucho más de trece años. Utilizabamos nuestros poderes para combatir con delincuentes, que en casi todas las ocasiones estaban armados y nosotros... Bueno, nos teníamos a nosotros y a nuestros poderes. No muy inteligente por parte de nuestro padre.

Muchas cosas cambiaron con el tiempo. Número Cinco se fué de la academia apenas antes de que yo muriera. Luego de mi muerte, los demás se fueron alejando poco a poco.

Diego fué el primero en irse, seguido de Allison y Klaus. Más tarde, Vanya no soportó más y también se fué. El último fué Ben, y finalmente sólo quedó Luther, solo con el hombre que era nuestro padre.

Mi muerte fué algo sorpresiva por decirlo así, claramente no sabía que iba a morir. Todo ocurrió en mi última misión, la cuál es recordada como una de las peores, y muchos me recuerdan por mi 'acto heróico.'

Le dispararon a Ben, y yo me puse en el medio.

No recuerdo mucho de ese día, más allá de los gritos de mis hermanos, caer en los brazos de Ben y las grandes cantidades de sangre a mi al rededor. Luego de eso sentía que me llevaban de un lado hacia otro, logré percibir la voz de papá y mamá en la enfermería de la academia, y sólo fué cuestión de tiempo hasta que todo eso se desvaneció.

Klaus entró corriendo a su habitación, de su pequeño departamento en un lugar quizás no tan bueno.

Yo estaba ahí, a veces podía aparecer aquí, y con el poder de Klaus, él podía verme, lo cuál realmente era reconfortante para ambos.

—¡Mira, mira!— Dijo moviendo una hoja de papel.— Es el ensayo para el grupo de apoyo.

Con el tema de las drogas y el alcohol, trato de que mejore, y aceptó ir a un grupo de apoyo. Lleva dos semanas sobrio, y espero que siga así.

—¿Al fin me vas a permitir leerla?— Pregunté.

—Si, yo creo que sí. Ya está terminando y lo leí hoy en el grupo, así que si.—

Dejó la hoja de papel sobre su cama y me incliné para leer de ella

Comencé a leer.—Mi vida era una mierda.— Lo volteé a ver.—¿No se supone que debería ser algo... No sé, inspirador?

—Sigue leyendo.

—Mi vida era una mierda. Hasta que volví a encontrarme con una personita muy especial, llamada T/n Hargreeves.— Lo volteé a ver una vez más.— ¿Escribiste sobre mi?

Él asintió.— Me dijeron que escribiera sobre una influencia positiva en mi vida. Sigue leyendo.

—Ella siempre estuvo conmigo. Hasta cuándo vomité por todo el suelo de su habitación, ella seguía ahí. Ella siempre estuvo ahí. Aunque mi familia no me aceptaba como debía, sé lo que se siente tener una, porque t/n me la dió. Ella es mi... Es mi...— Mis ojos se cristalizaron y no pude continuar cuando un nudo en mi garganta se hizo presente.

—Ella es mi hermana.— Completó él, tomando la hoja de papel.— Ella es la razón por la que sigo con vida, y por quién intento mejorar. Quiero poder compartir con ella todo el tiempo que me sea posible, aunque no sea tan frecuente como queremos. La extraño cuando no está, y cuando intento tirar todo por la borda pienso en ella para mantenerme cuerdo, de no tenerla, sé que nada sería igual, y estaría mucho peor. Ella es mi influencia positiva, la que me ayuda a seguir y por quién escribo esta carta.

—Te extraño mucho.— Dije llorando.

Intenté tomar su mano y tan sólo lo traspasé, rompí en llanto de forma más intensa.

Eran ese tipo de cosas las que más me dolían de estar aquí. No poder estar realmente.

—Ya nos volveremos a ver. Realmente.— Dijo él.—  Y estaremos juntos, tranquila.— Me dedicó una sonrisa.

Yo también le sonreí, secando mis lágrimas. Sabía que algún día vería a todos de nuevo, y ellos también podrían verme, eso sería lo mejor.