One Shots- Aidan y sus personajes

Cinco.

Sobre: Cinco.
Advertencias: No es una advertencia, pero bendigo a quién reconozca la escena de "A todo ritmo." 🛐✨
Disfruten...<3
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-Narrador omnisciente.-

—No lo haré, Klaus.— Repitió t/n, cansada de hablar de lo mismo con él.— ¡Voy a caminar hacia el altar en treinta minutos! Y no voy a seguir discutiendo esto contigo.

—¡Por favor!— Pidió él.— No puedes negar lo que pasó.

—No lo estoy negando, sólo dije que no haré nada al respecto.

—No puedes casarte con Diego luego de lo que ocurrió con Cinco.

—¡Cállate!— Chilló entre dientes, en tono bajo.— No puedes decirme que es lo que debo hacer con mi vida, Klus.

—Pero puedo intentar decirte que no debes hacer.

—¡No, ni eso!

—Lo haré de todas formas.— Ella no respondió, y se limitó a ir a buscar su ramo y su velo.— ¿Por qué no aceptas que si sentiste algo cuando besaste a Cinco?

—Porque eso querría decir que no amo tanto a Diego como creí que lo hacía..— Confesó, acomodando el velo de novia frente al espejo.— ¿Pero qué voy a hacer? No puedo decirle nada a Diego, tampoco quiero hacerlo, estoy segura de que lo que pasó con Cinco sólo fué una confusiones de parte de ambos, él ni siquiera debe recordarlo.

—Lo recuerda.— Aseguro Klaus.

Ella lo vió confundida a través del reflejo.—¿Hablaste con él?

—No, pero sabes que yo ví ese beso, o bueno, parte de él.

Ella frunció el ceño.— Debes golpear la puerta antes de entrar.

Sonrió.— Ahora lo sé, no quisiera haber entrado minutos después y encontrarlos mucho más comprometidos.

—¡No íbamos a hacer nada!

—Pues díselo a su boca, parecía que quería comerte.

Ambos rieron, ella recordó toda la secuencia de aquél momento...

[...]

—No puedo creer que seas la primera en casarte.— Dijo Cinco, bebiendo otro trago de la botella de Vodka que compartían.

—Ya, es extraño, ¿No? Digo, en una semana seré una mujer casada...

—No puedo creer que vas a casarte y no será conmigo.— Soltó junto a una risa amarga y sin gracia.

Ell volteó a verlo, y él también a ella en cuánto se dió cuenta de lo que acababa de decirle.

—Lo siento mucho.— Dijo, reincorporándose en la cama, ahora estaba sentado en ella y dejó la botella de Vodka en la mesilla de noche.— No debí decir eso, creo que ya bebí demasiado, no fué mi intención que..

La verdad, era que ambos habían bebido demasiado.

—Cinco.— Lo frenó ella, poniéndose en frente de él, para que la viera de frente.— No tienes nada de qué disculparte. Está bien.

—¿Está bien que te diga que no quiero que te cases con él?¿Que siempre te eh imaginado sólo a mi lado?

—Si..— Dijo con duda en su tono de voz.

—Dios, no te das una idea de las ganas que tengo de besarte ahora mismo.— Suspiró con pesadez en medio de una risita.

Ella bajó la vista a sus labios, él hizo lo mismo, y fué en ese momento que los pensamientos de ambos comenzaron a descontrolarse.