One Shots- Aidan y sus personajes

Cinco.

Sobre: Cinco.
Advertencias: Ninguna.
Disfruten...<3
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-T/N Pitts.-

Caminaba por los pasillos de la comisión, que ya conocía mejor que los de mi propia casa.

Era aburrido estar aquí la mayor parte de mi día, si, ya que no había nada nuevo que conocer o que aprender, simplemente era la misma rutina de siempre.

Pero había encontrado algo que realmente me hacía tomar la iniciativa, algo que me emocionaba al fin... O mejor dicho, alguien.

A mí madre no le gustó la idea de que yo pase tiempo con aquél chico, o más bien, aquél hombre de apariencia menor.

"Que ni siquiera se te pase por la cabeza t/n, yo no crié una gacela, si no a una leona, debes buscar algo que este a tu altura, no te conformes con las presas."

Eso es lo que me dijo, pero estaba en un grave error si pensó que con eso bastaría para que me aparte de él.

Hace ya un mes de ese acontecimiento y cada vez estoy más cerca, ese chico me volvía loca.

—¡Cinco, espera!— Lo llamé apenas lo ví, él se dió la vuelta ante el llamado y me apresuré en ir hasta donde él estaba.

—¿Qué te trae por aquí?— Preguntó y siguió caminando, ahora conmigo a su lado.— Por lo que escuché en los corredores, tu madre dice que no debes frecuentarme tanto..

—Bueno.. Tal vez lo que escuchaste sea cierto, o tal vez no.

—Viniendo de la encargada, no tengo dudas de que así es.

—Pues si... Dice que debería estar con otro hombre..

Él paró de caminar y me vió con cautela, yo volteé a verlo también, quedando en frente de él en medio del pasillo.

—¿Eso dice?

Asentí, y me acerqué más a él.— Un hombre que me merezca...

—Yo creo que te merezco.

Solté una risita.—¿Has visto tu historial?

Claramente la cantidad de asesinatos cometidos y la forma tan particular y habilidosa de hacerlo no pasaban desapercibidos, en este lugar, su reputación lo precede.

—Oh, claro que sí, ¿Acaso no te parece suficiente?— Preguntó.

—Bueno, ¿Quién mejor para estar con la hija de la encargada? Nada menos que el mejor asesino de todo el espacio-tiempo, la pregunta es, ¿A tí te parece suficiente?— Tomé su corbata y comencé a jugar con el nudo de la misma.— Escapemos, sé que también quieres irte de aquí.

—Tienes toda mi atención, cariño.

—Sigue fingiendo que me amas, todos creerán.. que nos fugamos o algo por el estilo.

Él me dió una sonrisa ladeada.—¿Quién dijo que estoy fingiendo?¿No te lo he demostrado ya?

—¿Los besos robados deberían haberlo hecho?

Con mi mano lo jalé de la corbata, acortando la distancia de nuestros cuerpos, estábamos tan sólo a milímetros de besarnos, cosa que no pensábamos hacer a mitad del pasillo, era muy arriesgado aún.

Una voz carraspeó a nuestro costado, rápidamente fingí acomodar su corbata.

—¿Interrumpo algo?— Preguntó mi madre.