—Has aprobado, estudiante. Felicidades, ya te has graduado.
El momento en que Baimon escuchó esa frase de la profesora mayor, quien tantas veces le había causado estrés, pero que también lo había ayudado a mejorar su tesis hasta que quedó perfecta, fue el mismo en el que sintió deseos de gritar de alegría.
Con una sonrisa radiante, el pequeño estudiante hizo una reverencia agradecida a la profesora, quien le devolvió la sonrisa y le deseó éxito en su futura carrera y que encontrara buenos compañeros de trabajo. Al salir de la oficina, Baimon se encontró con su mejor amigo, Tiw, que estaba esperando junto a su pareja. En cuanto Tiw vio la expresión de felicidad en el rostro de Baimon, también sonrió.
—Finalmente nos graduamos.
—Tú también.
Tiw se levantó y extendió los brazos, y Bai mon corrió rápidamente para abrazar a su amigo inseparable de los últimos cuatro años.
—Ahora es momento de enfrentar un desafío aún mayor.
—¿Qué desafío?
—El trabajo. Es un reto incluso más pesado que terminar la carrera.
Baimon rió a carcajadas y le dio una palmada ligera en la espalda a su amigo. Pero se detuvo cuando vio a su novio salir del ascensor. Solo con mirarse, North caminó rápidamente hacia él y lo abrazó con fuerza.
Baimon, encantado, sonrió una vez más y enterró su rostro en el hombro fuerte de North, balanceándose al compás del abrazo. La suave voz de Norh susurró al oído de Baimon:
—Felicidades.
—Igualmente —respondió Baimon.
—Finalmente, nos graduamos.
—Sí, vamos a celebrarlo juntos.
Se separaron un poco para que Baimon pudiera mirar el rostro atractivo de su novio.
—Por supuesto. Vamos a salir con todos, y luego... luego esta noche será solo para nosotros, hasta la mañana.
Esa última frase fue susurrada suavemente, solo para que la escucharan los dos. North juraba que nunca había deseado tanto que llegara la noche como en ese momento. ¡Por Dios! ¿Sabrá Baimon que está actuando como un conejito travieso para seducirlo?
La celebración oficial de su graduación se llevó a cabo en un restaurante de barbacoa. Todos, aliviados y hambrientos, devoraron la comida en los primeros diez minutos y luego siguieron comiendo mientras charlaban, antes de despedirse cerca de las ocho de la noche.
North no llevó a Baimon de regreso al condominio de inmediato. En su lugar, condujo a su pequeño novio a un lugar especial: un parque en el centro de la ciudad.
Eran poco más de las ocho, y aún había algunas personas corriendo y haciendo ejercicio North tomó la mano de Baimon y lo llevó a una parte del parque más tranquila, luego lo invitó a sentarse sobre el césped verde y suave.
—Hoy es un buen día, ¿verdad?
—Sí —asintió Baimon, mirándolo a los ojos mientras ambos sonreían. Sin embargo, abrió los ojos sorprendido cuando North lo besó en la nariz.
—¡North!
—No pude resistirlo.
Baimon, con las mejillas sonrojadas, apartó la mirada hacia el paisaje. Pero North llamó su atención una vez más al sacudir suavemente su brazo.
—¿Qué pasa?
—Además de ser el día de nuestra graduación, ¿recuerdas qué otro día especial es hoy?
—¿Qué día?
North frunció el ceño.
—¿De verdad no lo recuerdas, pequeño?
—Uhm, ¿qué día es? —Baimon tuvo que hacer un gran esfuerzo para contener su sonrisa. No siempre tenía la oportunidad de bromear con su astuto novio, así que decidió aprovechar el momento.
Claro que recordaba qué día era hoy. No solo North le daba importancia a los días especiales en su relación. Hoy era su séptimo mes de aniversario.
—¿De verdad no lo recuerdas? ¡Qué decepcionante!
Al escuchar esas palabras de decepción, Baimon no pudo evitar reírse. Se acercó y apoyó el hombro juguetonamente contra el de su novio.
—¡Oh, vamos! No te enojes. Claro que lo recuerdo, ¿cómo no iba a recordarlo?
—...
—Hoy es nuestro séptimo mes de aniversario.
North entrecerró los ojos, mirando a su pequeño conejo con una expresión de advertencia.
—¿Me estabas tomando el pelo?
—Un poquito.
—Te has vuelto más travieso últimamente.
—Lo aprendí de un lobo como tú —Baimon se echó a reír y abrazó el brazo de su novio, recostando la cabeza sobre su hombro.
North sonrió suavemente y despeinó el cabello de Baimon hasta dejarlo desordenado. A pesar de las protestas juguetonas, continuaron riendo juntos hasta que North abrazó a su pequeño aún más fuerte. Si no fuera por las personas alrededor, lo habría colocado sobre su regazo y abrazado con fuerza.
—Gracias por estar conmigo durante estos siete meses. Y gracias por amarme.
—¡Claro! Gracias a ti también por amarme.
—Te amo mucho, Mon —dijo North, guiando la mirada de Baimon para que lo viera a los ojos mientras le dedicaba la sonrisa más dulce.
—Pero hay algo que supera incluso el amor que te tengo.
—...
—Y es que quiero que estés conmigo para siempre.
Las palabras hicieron que el rostro de Baimon se sonrojara y su corazón latiera con fuerza. Sin importar cuántas veces North lo colmara de palabras dulces, Baimon nunca dejaba de sentirse increíblemente feliz.
El amor que Baimon sentía era correspondido en la misma medida, o tal vez incluso más. No sabía si él amaba más a North o si North lo amaba más a él, pero lo que estaba claro era que...
—Yo también quiero que estés conmigo para siempre, North.
**[FIN]**
19/04/2022
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Más allá del amor, Mon [#เหนือคำว่ารักหม่อน ]
Diversos- Baimon- Por lo que ocurrió aquella noche, todo ha llegado tan lejos. - North - Atraparé al conejo y no lo dejaré escapar.