El reencuentro parte 1

334 27 0
                                    

El reencuentro parte 1

Cuanto más se acercaban más podía distinguir sus rasgos.

« Así que esos son los padres de Rosemary» Pensó la joven. «Supongo que la belleza es hereditaria. Ambos son muy bellos» Por primera vez en mucho tiempo se sintió fuera de lugar. Como si ellos fueran de un mundo distinto; uno lleno de risas encantadoras, castillos y princesas con apuestos caballeros listos para protegerlas. Como si ella no perteneciera también a ese brillante mundo.

De pronto otro pensamiento cruzo por su mente. «Esos no son mis padres» Se negaba a aceptar que esas personas con tanta autoridad como presencia y apariencia fueran sus padres. Sus verdaderos padres aún estaban vivos, aceptar a los progenitores de Rosemary seria darlos por muertos.

¿Pensaba que ya se había mentalizado lo suficiente? Pues no. Al parecer todavía le faltaba desprenderse de algo muy preciado que aun la mantenía unida a su antigua vida. Y esos eran sus padres.

« ¿Cómo puedo llamar padres a unas personas que eran desconocidos para mi hasta hoy?» En su garganta se formó un nudo. Estaba empezando a dejarse llevar por sus emociones. Necesitaba mantener su mente serena y pensar en lo que más le convenía. Pensar con su cerebro y no con su corazón. Ya había hecho muchos sacrificios para llegar a donde estaba. No podía retroceder. Aunque se negaba a aceptarlo ellos eran su única esperanza. Nadie más les brindaría ayuda más que ellos. No. No es que fuera esa realmente la razón. Si no que no confiaba en nadie más. Cualquier otro podría traicionarlos en un santiamén.

Todas las personas tienen un precio, no es difícil encontrarlo.

¿Pero los padres de Rosemary? Ellos son ricos, poderosos y aman a su hija. Por lógica jamás la traicionarían. Pero ella no era su hija.. ¿Y si algún día se enteraban de eso? El marques no era un hombre suave en cuanto de castigos se trataba.

«Un problema a la vez» Se dijo a sí misma.

Trago el sabor amargo que empezaba a inundar su boca y forzó una amistosa sonrisa. No importaba que fueran desconocidos ahora eran sus padres, por más que doliera su corazón si ella no los aceptaba como tal quien sufriría las consecuencias seria Arwin, su lindo esposo y quien hasta ahora había sido su única familia. No podía hacerle eso, el ya había pasado por suficientes tragedias. No necesitaba que una más se sumara a su repertorio.


«Ellos son mis padres» se dijo a sí misma. Intentándose convencer de esa mentira.

Una vez escucho que si dices una mentira mil veces te la crees. «Solo faltan 999. Que alentador» Suspiro cansada y casi asfixiada por su nueva realidad.

Alguien jalo la falda de su vestido, sacándola de sus pensamientos pesimistas.–Esposa, me lastimas.–Susurro Arwin mientras hacia una mueca de dolor.

Enseguida le soltó la mano. No se había percatado de que aun la sostenía.–Lo siento, lo siento tanto cariño. Perdón, lo siento. No fue mi intención, lo juro.–Se encorvo para estar de su altura y sobo el área afectada –Estoy bien esposa.– Dijo el pequeño duque viendo su exagerada reacción. Eso no era propio de ella.–¡No, no está bien!–Exclamo asustada. Pero estaba dirigido más para ella que para él. Ella misma no estaba bien, no quería ver a nadie, quería estar sola para poder asimilar todo de una maldita vez y dormir, santo cielo dormir sonaba tan bien.

Después de estar horas y horas dentro de un carruaje estaba exhausta y sospechaba que no era la única. Cuando Arwin bostezo, lo confirmo. A pesar de haber dormido a ratos el aún seguía sumamente cansado y su cuerpo estaba adolorido. También el de ella.

–Lo siento. Solo estoy un poco cansada y ..me siento fuera de lugar. Esto es bastante nuevo para mí. No. No es nuevo, quiero decir.–De nuevo no estaba pensando bien antes de hablar. Las palabras habían escapado de su boca antes de que siquiera pudiera procesarlas.

La Esposa Del TiranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora