Desperté con el irritante pitido de la alarma de las seis de la mañana. El dolor punzante de mi cabeza apenas y me permitió ponerme de pie. Mi mundo dió un par de vueltas antes de que pudiera acomodar mis pensamientos. Esta resaca era tan terrible como todas las demás. Masajee mi sien mientras tanteaba en la mesita de noche de al lado de mi cama hasta que toque una cajita metálica; la abrí y saque un puro. Volví a tantear hasta que encontré mi encendedor, encendí el puro antes de levantarme de la cama; la habitación estaba increíblemente ordenada, las sirvientas habían hecho su trabajo muy bien. No había ni rastro del desastre que había dejado y por sobre todo me habían dejado dormir.
Abrí el closet y saque un refinado vestido de color rojo vino, mire por el rabillo del ojo el reloj. Tenía dos horas para alistarme, leer algunos documentos, desayunar y llegar a la reunión en el barrio rojo. El negocio iba prosperando más rápido de lo que creí alguna vez posible.
Hace mucho tiempo atrás deje la sencillez en mis ropas; no puedes pelear una guerra que se pelea con traje y corbata con ropas agujereadas y desgastadas. El dicho dice que si vas a roma haz como los romanos. Bueno, hace años que se convirtió en mi forma de vida.
Aprendí a dejar de ser tacaña conmigo misma por el bien de los demás. Soy el rostro del ducado, soy quien lo gobierna, soy la duquesa. La duquesa no puede vestir como sirvienta, no en un lugar en el que las ropas son símbolo de estatus y respeto. Debo de imponerles mi presencia. No hace falta que vista humilde, solo que me mantenga fiel a mis principios. Después de todos los cambios que he implementado en el ducado y la expansión de este a tal magnitud, debo de representar su completa gloria.
Aprendí eso después de despojarme de mi ingenuidad. No porque yo reduzca mis gastos significa que en el ducado se reducirá la pobreza. Está siempre estará allí como una insufrible plaga. Es imposible erradicarla por completo, solo puedo esperar que esté controlada; brindar suficientes oportunidades para que quienes la sufran puedan salir de esta.
Para que no me culpen porque en sus mesas no hay comida o porque sus hijos mueren congelados en invierno.
Desarolle escuelas pagadas por el gobierno y aprobé una ley en el marquesado para que todo niño en edad escolar asista, de no ser así los padres serán castigados. Para evitar que los niños deserten por falta de dinero para el material escolar las escuelas proveen el material necesario a lo largo del periodo escolar.
Esto ha reducido el índice de analfabetismo en un quince porciento. No parece ser mucho pero contando que apenas tiene cuatro años la ley, es un gran avance.
Sonreí al recordar con cuántos vasallos tuve que pelear el derecho a la educación de esos niños. Porque su mentalidad era; si no son nobles o hijos de funcionarios no necesitan saber leer o escribir. Son una amenaza para los puestos de nuestros hijos.
Inadmisible si me lo preguntas.
Comencé a vestirme, saque por sobre mi cabeza el camisón y posteriormente la parte inferior de la ropa interior de dormir y luego a saltos no tan elegantes entre en el ajustado vestido. Admiré mi figura en el espejo, el profundo escote y el color eran perfectos para el barrio rojo. Dónde la seducción y los placeres carnales estaban a la orden del día.
Algo que no ha cambiado con los años es que sigo aborreciendo que las sirvientas me vistan. Algunas vez lo dije y lo mantengo, detesto que alguien me vista cuando tengo dos brazos y piernas funcionales. Ni siquiera Liliana me ha visto desnuda y eso que es mi dama de compañía.
Quien ahora que recuerdo, necesita regresar a la escuela este lunes. Hace tres años que ingreso a la escuela especial de señoritas a las afueras de la capital que colinda con la ciudad principal del condado de Leng. En honor al apellido de su familia gobernante. Claramente sus antepasados son extranjeros.
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La Esposa Del Tirano
RomanceRosemary es la única hija del marqués William por lo cual fue consentida y mimada a niveles superiores. Se casa con arwin un duque de 8 años a la edad de 13 años. Por su maltrato hacia el y el descuido hacía el ducado ella muere en sus manos a la c...