𝐋𝐄𝐓𝐓𝐄𝐑𝐒 | ℳ𝒶𝓍 ℳ𝒶𝓎𝒻𝒾ℯ𝓁𝒹

2 | 𝗧𝗛𝗥𝗘𝗘

Dilay Lynn y Maxine Mayfield se encontraban en la casa de la pelirroja, exactamente afuera de
la casa.

La castaña notaba ahora más nerviosa a la ojiazul, ahora no era quien estaba hablando más para entablar una conversación.

— ¿Te ocurre algo? — preguntó Dilay con una expresión preocupada y confundida.

La pelirroja dejó de jugar con sus manos para después entre buscar algo en su pequeña bolsa.

La de ojos cafés seguía con su expresión confundida viendo a la chica, se hizo un poco hacía atrás al ver que le había extendido una carta.

— Solo léelo — indicó con un tono nerviosa.

Lynn tomó la pequeña hoja entre su mano, abrió delicadamente la carta para extenderla por completo.

Pasó su vista a la pelirroja, quien estaba indicándole que la leyera, su vista se fijó en la carta.

𝐂𝐀𝐑𝐓𝐀

¡Dilay! Nose como decirte lo que siento por tí, y por eso confío en que está carta me ayude a expresar todo lo que tengo dentro de mí. Ha pasado un tiempo desde que irrumpiste en mi vida y la transformastes de una manera que nunca hubiera imaginado.

No sabría porque estoy así, realmente me vuelves loca, aunque esté ocupada todo el día, cuando tengo algo de tiempo libre me preguntó por tí, se que tal vez no es tan difícil. Cuándo te veo tengo la extraña sensación de desmayarme.

Me siento tan bien con tu presencia a mi lado, sólo creo que era necesario decírtelo, me haces sonreír cada veo.

Con todo el corazón y cariño te preguntó

¿Me dejarías ser algo más para tí?

—Maxine Mayfield

— Anoche logré escucharte nombrarme como amiga — la ojiazul levanto su vista viendo a la chica — Quiero cambiar éso ¿Qué dices? — terminó, trataba de controlar su respiración debido a los nervios.

Dilay escucho con atención a la pelirroja, mientras seguía analizando tal situación.

— Me encantaría — soltó la castaña después de unos minutos con una gran sonrisa.

La ojiazul la volteó a ver mientras que en su cara había sorpresa y felicidad.

Después de unos segundos de mirarse con unas sonrisas la pelirroja tomó el valor de acercarse a la chica, claramente con intenciones de besarla.

Aquellos labios de las chicas chocaron entre sí mientras intentaban acoplarse a los movimientos, era un beso lento y completamente inexperto por parte de ambas chicas.

La ojiazul frunció el ceño levemente al ver como su ahora novia se hizo hacía atrás rompiendo aquel beso.

— Max — habló la castaña con su vista hacía abajo — Te quiero demasiado — Mayfield sonrió ante tal comentario — Pero, no estoy lista para que todos lo sepan, sabes que los nervios todavía no se van del todo — explicó tratando de que entendiera su sentir.

Dilay no quería explicarse mal, no se avergonzaba de Max, si no de ella y pensar que las personas la llamarían enferma, sobre todo el pensamiento de su padre.

Maxine se cuestióno por unos segundos, quería que el mundo se enterará que ahora Dilay era su novia y mostrarle su cariño sin esconderse, aunque por otro lado lograba comprender, sabía que hasta ella misma había pasado por tal situación.