Había pasado aproximadamente un mes en qué la pareja estaba junta. Sin embargo Dilay todavia mantenía oculta a Max de su familia, ahora se atrevía a salir un poco más con la ojiazul, claro que sin demostrar algún tipo de afecto.
Max comprendía un poco, pero realmente sentía frustración, quería salir a lugares con su novia sin necesidad de fingir, o conocer a su padre y hermano formalmente.
Aquello la mantenía confundida, pero sabía que la seguía amando.
Maxine se encontraba una vez más con Robin Buckley.
— Esa es la situación — suspiró pesadamente — La quiero, la admiró y por una parte comprendo que está asustada — hizo una leve pausa — Quiero ayudarla a dejar ese miedo atrás, sólo que no se como — bajó su mirada apenada.
Buckley sonrió levemente — Los ojos no brillan hablando de cualquiera, por como te expresas de ella, se ve que la quieres demasiado — habló con un tonó divertido, pues quería que la ojiazul se sintiera comoda.
La mencionada sonrió a tal comentarios pues confirmaba lo dicho.
— Sólo recuerda Maxine — la volteó a ver — Amor también significa esperar cuando el otro se encuentra perdido.
La pareja se encontraba en el puesto de la cafetería, está vez no iban a comprar un helado, si no iban a comprar el café que la ojiazul le debía a Lynn.
Maxine se alejó un poco para sentarse en una silla del local, mientras admiraba de no tan lejos a su novia esperando en una abrumada fila.
Su rostro tenía una sonrisa, esté se torno confundido y con algún pequeño enojó en su rostro al ver como un chico se acercaba a su chica. Ya que desde lejos se notaban sus intenciones.
Vió como su novia y aquel chico entablaban una conversación, se acercó un poco para poder escuchar la plática.
— Hmm me gusta tú arete — señaló Dilay el arete que se encontraba en la oreja del chico.
<¿El arete? Ni que fuera algo del otro mundo> pensó la pelirroja.
— ¿El arete? — preguntó casi trabandose, la castaña asintió, le gustaba darle cumplidos a las personas, sabía que podía a hacer sentir mejor a alguien.
— Gracias — sonrió de una manera no amigable, cosa que notó la pelirroja, ahora apretaba su puño
— Me gusta tú ropa — señaló el chico listo para pedirle su número.
— ¿Enserio? — interrumpió — Solía ser un poco insegura por eso, ya sabes — agradeció con una amable sonrisa.
La ojiazul tomó de la mano a su novia para salirse de aquella larga fila, dejando al chico confundido, ambas estaban fuera del local.
— El está coqueteando contigo — explicó Max con celos mientras veía al chico.
— ¿Enserio? — preguntó bobamente, claro que lo sabía, pero ella no sabía cómo alejar a alguien, confundía el no querer a hablar con ser grosera.
—Lo es — afirmó — Y no es divertido.
Dilay suspiró cansada, vió la fila de la cafetería, la cuál ahora estaba más llena, tomó la mano de su novia.
Ambas decidieron sólo sacar dos refresco de una máquina, para después sentarse frente a frente.
— Cada vez que se te acerca un chico, no puedo evitar sentir molestia — tomó las manos de su novia, Dilay dudó si quitarlas de su agarré, pero no lo hizo — Los odio más que a Mike al principio que lo conocí — la castaña río ante el último comentario.
— Todo sería más sencillo si nos arriesgaramos a decir las cosas que sentimos... — murmuró la ojiazul entré suspiros.
— Lo sé, se que mi problema es el analizar la vida, en vez de vivirla — la castaña sintió unas leves caricias en sus manos, dándole apoyó.
No bien las personas ya tenían sus vistas en la pareja, pues criticaban el simple hecho de que estuvieran tomadas de la mano, Dilay cerró sus ojos por un momento, trataría de que eso no impidiera decir lo que sentía.
— Oye — la pelirroja la volteó a ver — Mi corazón es tuyo — habló con un tonó suave pero audible para algunos de sus alrededores — Sólo contigo me siento cómoda.
La ojiazul sonrió al ver como su novia evitaba las miradas criticadoras de las personas, y seguía mostrándole una sonrisa.
Lynn se paró de su asiento, acto que en seguida copió su pareja, sé soltó del agarré de su novia para después pasar sus manos detrás de su cuello.
Esta tenía dos collares colgando de su cuello, el dije dónde había una foto de su madre, el otro su cadena era plateada, y en el centro había un rubí completamente rojo.
Tomó el segundo collar, lo quitó de ella para después ponérselo a la pelirroja.
— Eres tan especial... — susurró sólo para la chica, Dilay borró a todos los de su alrededor quienes las juzgaban con las miradas, sólo imaginándose que estaba con la chica que la hacía feliz.
— Prometo nunca quitarmelo — mencionó con una gran sonrisa esbozada en su rostro.
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"Cuándo te veo mi corazón se acelera, siento que estoy volando por el cielo"
" ¿Así es cómo se siente el amor? "
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𝐋𝐄𝐓𝐓𝐄𝐑𝐒 | ℳ𝒶𝓍 ℳ𝒶𝓎𝒻𝒾ℯ𝓁𝒹
Fanfic┌ ──────── ╰─► 𝐋𝐄𝐓𝐓𝐄𝐑𝐒 💌 🌈 ‧ ⌗ 🍨 👥 🍡◦۪۪̥‧ 🌷 ⛓️ Max Mayfield la había visto en el centro comercial y locales en Hawkins. De inmediato sintió algo extraño al verla, quería conocerla, hablarle, pero sus nervios no ayudaba...