Su cuerpo se parecía a una maldita noche estrellada, sus miles de lunares adornando su espalda, su pecho, sus hombros.
Era algo tan increíble a la vista, como una pintura en un museo y él los detestaba, decía que eran muchos.
Yo me creía una amante del arte, el arte compuesto por sus lunares y su cuerpo, porque en él quedaban hermosos.
Una lluvia de estrellas en un cielo azul, así de bello lo veía yo, así de hermoso lo sentía yo, pero también así de fácil y simple era amarlo a él.- Soff 🦋.