Y así terminé, lastimando a alguien de la misma forma en que tú lo hiciste conmigo o tal vez de una manera mucho más dolorosa.
La única diferencia es que yo sí lo quería y quizás mi forma de querer no era la mejor, no después de que te quise a ti, no después de que malgaste mi amor en una persona como tú, pero él se había ganado mi cariño, un cariño que creí nunca volver a tener por alguien que no seas vos.
Me aguantó los llantos, curó alguna que otra herida llevándose un poco del dolor que causaste, pero en el proceso yo le abrí algunas a él, lastimando su corazón noble, golpeándolo hasta hacerlo sangrar o llorar del dolor.
Aún me drogo y alcoholizo mis sentidos para no pensarte, recordando tarde la frase en la que Frida Khalo cuenta que sus penas aprendieron a nadar, mis condenadas ya son inmunes a esas sustancias, mis condenadas te traen de regreso para que llore en las noches y termine de liberar mi dolor.
Yo no tenía el derecho de lastimarlo, tú no tenias el derecho de romperme más de lo que estoy acostumbrada a lastimarme yo día tras día.
Él quiere quedar como amigos, yo quiero alejarme porque el simple hecho de tenerlo cerca, me sigue recordando la mierda de persona en la que me convertí, mucho más mierda de lo que tú pudiste llegar a ser en algún momento.
Pero está mi lado egoísta, ese que ahora entiendo porque lo tenías, no quiero alejarme de él porque eso implica sentirme sola, eso implica que no pueda tener a alguien con quien conversar a las 3 de la mañana de cualquier boludez que se me pueda ocurrir, eso implica volver a la oscuridad de mi habitación, esa que me abraza cuando vuelvo a pensar en vos.
Así que aquí seguimos, convirtiendo este dolor en una cadena de corazones rotos.- Soff 🦋.