Los sucesivos días fueron totalmente un descanso para ambas. 23 fue a su respectiva casa, que estaba contigua con las de Alpha-22 y Alpha-24, las ahora fallecidas compañeras. Tenía permiso de tres días para descansar sus músculos antes de ser asignada a un escuadrón y ser enviada al exterior. Aquello le había fascinado desde que había tenido conciencia de que se encontraba bajo algún lugar cerca del núcleo externo del planeta. Ella solo conocía la vida en Génesis, y estaba tan acostumbrada a ella que una chispa de curiosidad brotaba de sus pupilas cada vez que alguien mencionaba algo acerca del viejo mundo. Entonces se emocionaba y escuchaba atentamente acerca de rumores de lo que antaño era la humanidad. Que si existían las guerras, que si existían otras razas, e incluso, afirmaban haber visto antiguas edificaciones que desvelaban trazos de lo que antaño fue el fin de la humanidad tal y como existía.
Cuando llegó a su habitáculo, formado por un salón pequeño, con una cocina diminuta, un cuartito donde dormía y guardaba sus trajes, y un pequeño baño con ducha, se sintió totalmente aliviada y emocionada. Se sentó en su cama y se deshizo de su traje para darse una ducha. Mientras las calurosas gotas de rocío caían sobre su tonificado cuerpo, pensó en como Alpha-19 había sacrificado probablemente su vida por salvarla y no pudo parar de pensar en cómo simplemente agarrar su mano bastó para recomponerla. Sonrió y pensó que probablemente aquella situación bastó para que ambas se acercaran y recuperaran un poco esos antiguos momentos donde ambas no eran rivales competitivas, y le hizo evocar momentos de su infancia, donde dentro de la cámara de observación, solían ser inseparables. Los Tech observaban como estos dos sujetos tenían una afinidad poco común, cosa que estudiaron con detenimiento e intentaron disuadir cualquier sentimiento de amistad o amor en ellas. En Génesis los conceptos del amor o la amistad no estaban inculcados. A menudo, todos los ciudadanos eran inculcados en el valor de la comunidad y camaradería, haciendo ver que todos debían formar parte de un gigantesco puzzle.
Aún no sabía con claridad en qué momento se separaron tanto. Simplemente el tiempo hizo que las dos estuvieran bien diferenciadas en cuanto a sus personalidades y habilidades. Sin embargo, a 23 sí le importaba este cambio, ya que, muy a pesar de no entender el concepto de algo más allá de un sentimiento de camaradería, siempre lo había sentido con ella, y aquella prueba conjunta bastó para reavivar ese fuego que alguna vez creyó apagarse. Pero a 23 le dolía. Le dolía, porque no sabía si para 19 ella era solamente otra pieza de un puzzle o alguien muy especial.
Cuando terminó de asearse, se vistió con un traje cómodo y salió al balcón.
Observó y contempló Génesis, la ciudad subterránea. Grandes ingenios de la mecánica recorren los suelos de esta abovedada ciudad, constituidas por plataformas circulares superpuestas una a una que giran en torno a un núcleo central que es el llamado Consejo de los cuatro. Las casas, que son contiguas una a una, están separadas en los cuatro niveles que constituye la gran ciudad. Ella se encontraba en el nivel superior, muy cerca de la superficie, perteneciente a la casta de los Guardianes. Kilómetros de altura constituían este bastión y separaban cada nivel, que pertenecía a las diferentes castas. Observó desde lo más alto aquel edificio en forma de palacete que estaba en el centro de todo y pensó en Alpha-00. Ella era miembro del consejo, y como tal, era la responsable de las comunicaciones entre castas. No se permitía la comunicación entre castas a menos que fueras líder de casta. Esta norma fue decretada cuando una revolución masiva casi acaba con la destrucción de Génesis.Suspiró y rodó sus ojos al nivel de los Artesanos, que estaba por debajo del suyo. Observó cómo las chimeneas de humo y vapor dejaban de emitir poluciones para que las luces de la ciudad se apagaran poco a poco. Había llegado la hora del toque de queda, y nadie debía estar por fuera de sus habitáculos. De repente, sintió una débil respiración en su espalda, y unas suaves manos se posaron en sus hombros.
-Hoy me has salvado la vida, 23.-dijo 19, casi susurrando- Tal vez haya subestimado mucho tu personalidad. Lo siento mucho.
23 se sintió por un momento sorprendida, y un poco de rubor asomaba por sus blancas mejillas al descubrir de quién provenía aquel susurro. Rápidamente se serenó y se giró para ver una sonrisa en 19 que jamás pensó que volvería a ver.
-Tú también me salvaste la vida, 19. De no ser por tí, hubieran devorado mi carne hasta los huesos. O lo que es peor, me hubieran infectado.
-¿Sabes? Me encantaría decirte lo mucho que envidio tu forma de sentir y destacar en absolutamente todo lo que te propones. Durante largo tiempo he estado recelosa de tí, pero creo que eso se ha acabado. No tiene sentido.-posó lentamente sus manos en las de 23, y las agarró suavemente, entrelazando sus dedos con los suyos.
23 se sintió un poco sorprendida ante las declaraciones de 19. Por dentro, se sentía muy feliz, porque sabía que aquella rivalidad injustificada estaba por acabarse.
-19.-susurró débilmente.
-¿Sí?
-Siempre he creído que en algún momento volveríamos a ser grandes compañeras.
-Yo también.-soltó su mano bruscamente y se puso delante de ella.
He venido también porque me han informado de que vamos a estar juntas en el escuadrón Delta. La verdad es que según Alpha-00 formamos un equipo excelente. Fuimos las mejores marcas en la prueba, y eso es fantástico, ¿no crees?-Sí. Desde que fuimos niñas siempre hemos sido...
Pero cuando iba a decir la palabra "inseparables", 19 parecíó tornar la vista en la nada, y comenzó a caminar hacia su habitáculo.
-Buenas noches, 23. Te sugiero que vuelvas a tu habitáculo antes de que te pillen los de inspección nocturna.-acabó la conversación con un tono apagado, y se dirigió dentro de su habitáculo.
Aquella situación incomodó sin medida a 23, que por una vez parecía sentir lo que nunca antes había sentido. Ella también se encerró en su habitáculo, y aquella noche no pudo parar de pensar en la sensación tan latente y cálida de las manos de 19 con las suyas. Un sentimiento que negaba estaba despertando en ella, y ella, solo trataba dormir.
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Proyecto Génesis
Science FictionAlpha-23, una chica esbelta, rubia, y de ojos azules, está a punto de completar su instrucción en el programa de entrenamiento del proyecto ORIGEN. Ella es completamente idéntica a las demás, y sin embargo siente que las cosas están a punto de cambi...