Capítulo 10

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Naoto: "Estoy muerto..... - solo fue capaz de reflexionar en base a dicho pensamiento - “¡debo de estarlo!”

A su alrededor ya no se escuchaba ningún tipo de ruido y, todo cuanto lo rodeaba, era de color negro.

Naoto: “Finalmente viví la miserable vida a la cual había sido destinado desde que nací y......”

Nagatoro: ¿Senpai?¿Porqué tienes el pantalón mojado?

Naoto: (....)

Y entonces, por el rostro del chico comenzó a caer un pequeño riachuelo formado por sus lágrimas - “¿Por qué tengo que seguir vivo.....?”

El cotidiano y abundante sonido procedente del exterior de la casa, se veía altamente entremezclado con el cantar de los pájaros, el motor de los coches, y las lejanas voces de aquellos transeúntes que circulaban por la calle a esas horas de la mañana. En cuanto al clima del ambiente, se mantenía ilógico de manera audaz e impasible; no sólo había perdido la conexión con la época del año a la que debía atender, sino que, además, seguía un patrón de lo más descoordinado y sin sentido: si bien podía empezar a llover a raudales, dos minutos más tarde podía hacer un sol abrasador típico del verano.

Por su parte y, desde el interior de la casa de Naoto, parecía estarse viviendo un apabullante infierno bochorboso del que el pobre muchacho apenas y lograba escapar con vida.

Naoto: Ma - Maldita sea..... Qué calor que hace aquí......

Nagatoro: Senpaaaaaiiiii..... ¿Que acaso no tenéis aire acondicionado o un simple ventilador?

Desparramada sobre uno de los sofás de la casa, la estudiante de cabello negro miraba al techo con cara de estar sufriendo la misma muerte en vida. El color rojizo dado por el calor sofocante se veía entremezclado con el tono moreno propio de su piel.

Naoto: ¿Un ventilador dices....? - logró articular el muchacho mirándola casi de reojo - pues ahora que lo mencionas.... Creo que sí......

Nagatoro: Y..... ¿¿Por qué demonios no lo usas de una vez??¡Siento que vaya a morir en cualquier momento!

Con una repentina mueca de fastidio, Naoto volvió a mirar a su amiga de refilón. Por un lado, estaba molesto porque, por culpa de ella, tendría que faltar a clase un día corriente y darle luego explicaciones a su madre. Además de eso, comenzaban a fastidiarle demasiado las órdenes de la pelinegra ¿Acaso se pensaba que él no estaría igual que ella? Por el otro lado y, convenientemente, entendía a la perfección como es que se sentía. Incluso si aún estaban en verano, esas temperaturas no eran ni medio normales.

Naoto: I - Iré a ver.... - farfulló finalmente a la par que trataba de incorporarse

(Hacia ya un rato que podía moverse ya)

Habiéndose puesto de pié ya de una vez, Naoto caminó lenta y perezosamente por toda la sala mientras arrastraba sus pies semidescalzos por el piso.

♡~Nunca Digas Nunca~♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora