Una Loba Afortunada

Capítulo 26 - Principio de un gran cambio

El año pasó volando, tan volando como ese viaje a Italia a mediados de año, lo hicimos en familia, lo cual estuvo muy bien, el resto del año era de los más normal, entrenamientos, estudios, visitas a Dominic en Blackborn, soportar a los Santos, introducirse lentamente en los juegos de la manada y así aprender cosas nuevas, compras de nueva ropa porque al parecer mis pantalones se estaban convirtiendo en piratas y valían para pescar en un rió, no me gustaba ir de compras, la suerte es que cuando lo hacíamos Nick estaba presente, él escogía la ropa colorida, yo los pantalones vaqueros y las camisetas oscuras, también me compraba camisas a cuatro, según los Santos parecía una camioneta con ellas, lo que para mí estaba bien, si lo parecía eso significaba que no me tocarían las narices porque la camionera le pegaría de nuevo como hace un par de años.

Malcolm apareció a finales de año, se quedó unas cuantas semanas y antes de irse quería enseñarme una lección, aprovechó un despiste de mi padre para así mostrarme lo que Jeremy debería enseñarme y que según él no iba a hacerlo nunca, pero debía aprenderlo para así poder defenderme de los que él llamaba perros sarnosos. Me llevo al jardín, él llevaba una mochila la cual emitía sonidos raros, cuando estábamos lo suficiente lejos de la casa me enseño lo que tenía en esa mochila, era un cachorro, un perro de unos tres meses, con el pelo marrón y negro, por un momento me alegre porque pensaba que me iba a regalar un perrito lo que mi padre no quería hacer, aunque pronto se me quitaría la sonrisa de la cara, pretendía que lo matara, quería que matara a ese hermoso cachorrito, me negué y ante mi negativa intento convencerme, tras decirle que no y de tratar de quitarle el perrito me empujo, cogió al cachorrito por el cuello comenzando a luchar, intente pararlo, pero pronto oí un crujido y el animal dejo de moverse. Le miré y luego al perrito, saco otro de la mochila y trató de obligarme a matarlo, me agarro fuerte de un brazo haciéndome daño, luche para soltarme, me puso el animal en mis manos, no paraba de decir que era una lección que debía aprender, al ver que estaba llorando, parada y sin hacer nada más que acariciar al cachorro, él me dijo algo "No puedes encariñarte con esos perros mestizos, hay que erradicarlos" segundos después mientras sostenía al cachorro le partió el cuello en un movimiento, me quedé paralizada al principio y luego grite tan fuerte como pude, mi padre salió junto a mi hermano, yo estaba sentada en el césped junto a dos cachorros muertos, no paraba de repetir que Malcolm los había matado, Jeremy me quito el cachorro que había muerto en mis brazos, seguía tan en shock que no le oí lo que me dijo, Clay me llevo dentro.

Ahora mismo estoy con Peter en un bar de Bear Valley, él comía mientras pidió Antonio se tomaba el café, habíamos ido a recogerlo a la estación de autobuses, ya que prefería no alquilar un coche desde el aeropuerto de Syracuse, así que, copia siempre un autobusero, excepto cuando tenía vacaciones que venía con su propio coche. Había pidió huevos con beacon, yo estaba sentada a su lado comiendo una bolsa de patatas, le miraba comer y sonreía al ver cómo se zampaba el plato en un tiempo récord. En los últimos años, me gustaba más estar con él, sentía un vínculo o algo parecido, le echaba de menos más de la cuenta cuando se iba, al menos más que antes, mi padre y yo solo estábamos juntos en las clases y me evitaba cada vez más, siempre estaba ocupado y me pasaba los días mandando mensajes a Antonio o simplemente en mi cuarto, desde el incidente de Malcolm se había comportado de otro modo, no hablamos de ello en casa, aunque tío Antonio sí que quería saber como me sentía, siempre me sentí más cercana a él.

Al llegar a Stonehaven Nick saludo a Peter, Clay hizo lo mismo Malcolm desapareció tras lo que hizo, no pregunte demasiado. Pase horas escuchándolos, que sí, una batallita de Clay, los ligues de Nick para menores de edad, es decir, controlando su lenguaje, los trabajos de Peter, etc. Después de varias horas Antonio debía hacer la comida, le acompañé cuando oí que iba a hacer un postre, no iba a perder la oportunidad de rebañar los trastes.

Tras una hora en la cocina me disponía a avisar a todos para comer, camine hacia el estudio y antes de llegar oí a Peter gritar

-No puedes seguir ocultándose lo

-No es el momento - dijo otra voz a la cual reconocí como la de mi padre, camine lentamente para escuchar mejor, aunque sus gritos se oían desde la entrada

-Sigo sin creerme que dejases que Malcolm hiciera eso - dijo Peter enfadado - Me he tenido que enterar por otra persona, no pensabas decirme lo que ocurrió, ¿o me equivoco?

-Ella está bien - dijo Jeremy

-No, no lo puede estar - comentó Peter aun enojado - Quiero que se lo digas - su tono cambio a exigencia - Debes decirle que soy su padre, me he perdido su infancia, no quiero perderme nada más - bajó el tono, pero no lo suficiente para que yo lo oyera

-Si lo hago sabes lo que ocurrirá - comentó Jeremy calmado - Dominic... -fue interrumpido drásticamente por Peter

-Ella tiene que saber que soy su padre - su tono de enfado aún era evidente, yo desde la entrada del estudio oí cada palabra y seguía procesando lo que estaban hablando, entre lentamente aun pensando en sus palabras, les mire a ambos que aún no habían percibido mi presencia, Jeremy me miró y su cara cambió, Peter se dio la vuelta al ver la cara de Jeremy

-¿Eres mi padre? - comenté lentamente mientras en mi mente pasaban un millón de cosas - No, no puede ser - seguía hablando lentamente, Jeremy se acercó a mí tratando de explicarse agarrandome de los brazos, di un paso atrás zafándome de su agarre - Me has mentido ¿por eso peleáis cada vez que él viene? Porque, porque me has mentido, creía que me querías - mi cara mostraba la tristeza que en ese momento me invadió, mis ojos soltaron una lágrima, los mismos ojos que ahora muestran decepción, Antonio apareció tras de mí, iba a preguntar lo que sucedía, pero mi cara lo decía todo, le mire con mis ojos cristalizados y tras ellos una mirada de decepción - !Te odio, tú lo sabías y no me lo dijiste! - grité a Antonio, Clay, Nick estaban bajando las escaleras, me oyeron decirle eso a Antonio quien tenía una mirada triste, trato de hablar, pero no le salían las palabras, Nick preguntó qué sucedía, pero antes de que su pregunta fuera respondida cuando grite de nuevo - ¡Os odio! - subió corriendo las escaleras, Clay trató de pararme, pero le empujé haciendo que su cuerpo girara, perdiendo el equilibrio y apoyándose en la pared, Nick estaba tan confuso como el resto. Segundos después Peter trató de subir, pero Jeremy se lo impidió, le pidió que me diera espacio.