𝗦𝗘𝗩𝗘𝗡𝗧𝗘𝗘𝗡 ― 𝗠𝗔𝗖𝗔𝗨

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( ¿Como salir a la luz del día, cuando no tengo tu compañía? )

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𝐜𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐝𝐢𝐞𝐜𝐢𝐬𝐢𝐞𝐭𝐞

( 𝐌𝐚𝐜𝐚𝐮. )

SIETE AÑOS ATRÁS

ADRIANA podía sentir cómo sus dientes estaban a punto de romperse de la presión que ejercía sobre la almohada.

Era raro que ella saliera lastimada en las misiones por la misma razón de tener que curar sus heridas, pero Madame Annika se había extremado con el castigo de aquella tarde, y la espalda enrojecida, llena de sangre y con al piel sobresaliendo desde afuera era producto de los azotes del castigo por no seguir las reglas de su maestra.

Pero en esos momentos estaba sufriendo bastante. No se le tenía permitido hacer alguna expresión de queja o dolor, así que lo mejor era ahogar sus gritos contra el almohadón que le habían otorgado.

Podía ver a muchas niñas posarse en la ventana viendo su dolor, pero era normal que eso pasara. Todas querían ver las consecuencias de no seguir las reglas. Pero, cabe destacar, que Adriana no rompía las reglas. De ser posible, ella era la mejor de su clase, siempre. Pero el odio que le tenía Madame Annika era mayor a sus fuerzas y nadie solía hacer nada por ella.

Así que era común verla en una situación como aquella cada tres meses, pero estaba acostumbrada al dolor, al menos a ese tipo de dolor.

Cuando terminaron de curarle en la enfermería, Adriana salió con una banda que cubría su pecho entero y unos shorts holgados camino a su habitación. Apenas sentía su espalda a la hora en que terminaron con ella, y lo único que deseaba era irse a la cama a dormir.

O ese era su plan hasta que le mandaron a llamar.

Tomó asiento en la oficina de Madame Mashira, quien solía ser su profesora de combate y ahora encargada de asignar las misiones de su clase.

─No me diga; Madame Annika quiere que vaya en una misión.─comentó la morena una vez tomó asiento en la silla del lugar.

Madame Mashira le tendió una carpeta. Adriana la analizó.

─No es de combate. Es sólo hacer una recopilación de datos.─comentó su mentora.

Adriana arrugó su frente.─¿Y por qué me mandan a mí? Shaira es la mejor en ese aspecto.

─Por qué tú tienes el perfil del lugar a donde vas.

─¿Y eso sería?

─Un burdel en China.─dijo su maestra.

Adriana murmuró una maldición en voz baja.

─Soy menor de edad, ¿lo saben?─preguntó ella algo molesta.

CLEMENTINE  ↻ SHANG-CHIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora