Cap 5

51 7 13
                                    

Narrador omnisciente

Durante toda la noche Cyra no logro conciliar el sueño, no dejaba de pensar en como estaba su amiga, si la habían descubierto o le había pasado algo, también no dejaba de pensar en que, si la reina Ivory descubría que ella había ayudado a Analee a hacer esa tontería la correrían a ella y a su madre pero tampoco podía dejar sola a Analee.

—Ojalá que todo salga bien... —dice dando la vuelta en su cama.

*En otro lugar*

—Padre tengo que hablarle sobre mi compromiso con la princesa Analee —dice Tayden entrando a la oficina de su padre.

—¿Ya decidiste si te casarás con ella? Es una gran oportunidad para nuestro reino y el suyo —dice el rey Alessandro.

—Ya lo decidí padre, me casare con ella, creo que ella es la reina que Edelweiss necesita, sería una reina perfecta ya que sabe mucho sobre política —dice Tayden.

—Me parece perfecto hijo, hoy mismo hablaré con los reyes Landi para que empezemos a planear la boda —dice Alessandro. Tayden asiente y sale de su oficina.

***

—¡Cyra! —Cyra estaba leyendo cuando la reina Ivory entra a su habitación.

—¿Qué pasa su majestad? —pregunta Cyra.

—¿Has visto a Analee? —le pregunta preocupada.

—No su majestad, ¿No estará en la biblioteca leyendo? —pregunta.

—No, ya la busque y no está —dice preocupada.

—No lo sé su majestad, no la he visto —dice intentando no parecer nerviosa.

—¡Seguridad! —grita haciendo que Cyra se sobresaltara.

Los guardias entran a la habitación de Cyra, ella intenta parecer lo más normal posible pero sus nervios por ser descubierta eran grandes, en su mente repasaba lo que tenía que decirles a todos para no ser descubierta y esperaba que la reina y todos le creyeran.

—Busquen a la princesa Analee —ordena y los guardias se van a buscarla.

La reina Ivory sale de la habitación de Cyra para ir a buscar a su marido, le dice que Analee no está y ambos se van a buscarla.

Analee

Llegó a la academia militar, hay soldados en la entrada vigilando, afuera hay muchas familias despidiendo a sus hijos, hermanos y novios.
Contempló la academia, no puedo creer que haya logrado entrar, que los haya engañado. Estoy a unos pasos de cumplir mi sueño y no me lo puedo creer.
Veo que un chico se detiene a lado mío, trae una carreta llena de ropa, una tetera, un balde y no sé cuánto más; su ropa es vieja y está un poco sucio. El es de tez clara, cabello negro un poco largo y ojos grises.

—Hola —lo saludó intentando que mi voz suene grave.

—Hola, soy Flavio Rinaldi —dice animadamente.

—Yo soy An...Franco Leone —digo. No me acostumbro todavía a este nombre.

Le extiendo la mano, el se la limpia en su ropa y me estrecha la mano.

—¿También vienes a la academia militar? —pregunta y asiento —¿Solo traes esa maleta?

—Si, realmente lo único que necesitas traer es tu ropa lo demás te lo dan aquí —digo sonriendo amable.

—¿En serio? —pregunta confundido y asiento.— pensaba que solo te daban las armas para practicar y dónde dormir.

—¿De dónde eres? —pregunto.

Sangre De GuerreraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora