Cap 9

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Estamos sentado en las gradas del salón de combate, el sargento quiere ver qué tan fuertes y listos somos al momento de pelear.
A Flavio le tocó pelear contra Angelo, quien es uno de los que lo molestan, de hecho por el fue que los demás lo empezaron a molestar.
Flavio tiene técnica pero le falta un poco más de agilidad y todavía le falta esquivar golpes.
Cuando Flavio se agacha para esquivar un golpe Angelo le da un golpe en el estómago dejándolo sin aire y después le da otro en la cara haciendo que caiga al piso.

—Bien, Angelo gana —dice el sargento.

—¿Estás bien? —le digo ayudándolo a pararse.

—Estoy bien —dice llevándose una mano al estómago.

—No perteneces aquí pobreton —dice Angelo pasando a lado nuestro.

Lo miro enojada y el solo sonríe arrogantemente mientras regresa de nuevo al centro del tapete.
Llegamos a las gradas y ayudo a Flavio a sentarse, Enriko y Guido le preguntan a Flavio si está bien y el asiente.

—¿Quien será el siguiente? —pregunta el sargento mirando a todos.

Nadie se anima a pasar, no después de ver cómo dejaron a Flavio, ¿Este se cree mejor que los demás solo por tener dinero? Ya verá que no.

—¿Nadie? Entonces... —interrumpo al sargento.

—Yo —alzo la mano y todos me miran incrédulos.

—¿Tú enano? —pregunta Angelo con tono burlón.

—¿Qué? ¿Tienes miedo? —sonrió burlona.

—No —dice sonriendo de lado.

Me acerco al centro del tapete y me pongo en guardia, Angelo sonríe divertido y se pone en guardia.
Angelo avienta un golpe el cual esquivo sin problema alguno, lo golpeó en el abdomen, lanza más golpes los cuales esquivo sin problema alguno, le doy una patada en las costillas, el se dobla y lo golpeó en la cara, lo pateó en el estómago y cuando lanza un golpe lo tomo del brazo, doy media vuelta y lo jalo sobre mi hombro tirandolo al piso.

—Bien, el que sigue —dice el sargento.

—No me duraste ni para el arranque —le susurro molesta. Lo dejo tirado en el piso y subo las gradas para sentarme.

«Nadie se mete con mis amigos»

Estamos sentados en el comedor comiendo y platicando cuando se nos une un compañero llamado Mauricio.
Todos están contando anécdotas de cuando eran niños y cuando Mateo termina de hablar todos me miran.

—¿Qué? ¿Por qué me miran? —pregunto.

—Te toca a ti contar un anécdota —dice Matias.

—No tengo ningún anécdota, siempre he sido demasiado tranquilo lo máximo que he llegado a hacer es escaparme de casa por la ventana —digo.

Hacerme pasar por hombre para entrar al ejercito sería un gran anécdota pero al menos por ahora no puedo decir nada.

—Que aburrido —dijo Marukh.

—Bueno ya. Hoy tenemos libre, el coronel dijo que tenemos permitido salir esta noche y regresar tarde ¿Quién quiere ir a Nella grotta? —pregunta Enriko.

—Yo —dicen todos y me miran.

—Vamos —digo.

«¿Nella grotta? ¿Que será eso?»

Llegamos a la tal Nella grotta la cual resultó ser una cantina bastante famosa en todo el reino, realmente he estado viviendo bajo una roca.
Entramos y nos sentamos en una mesa del fondo, minutos después llega la mesera a tomarnos la orden.

Sangre De GuerreraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora