Cap 19

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Los siguientes días han sido demasiado incómodos, no puedo mirar a Marukh sin pensar en como sería besarlo de nuevo, por lo que he empezado a evitarlo, sé que es muy inmaduro pero no puedo aguantar la vergüenza y siempre que lo veo siento cosquillas en el estómago.
Decido salir a dar una vuelta por el pueblo cuando paso por una florería y veo a unos hombres molestar a la dueña.

—Vayanse o llamaré a la policía —dice la señora molesta.

—Ay si, llamaré a la policía —dijo uno de los hombres con voz chillona.

—Les ha dicho que se vayan —les digo acercándome.

Me miran y los hombres sonríen burlones.

—Ve a meterte a tus asuntos mocoso —me dicen.

—Solo lo diré una vez más, váyanse y dejenla tranquila —digo.

—¿O que? —pregunta empujandome. Ruedo lo ojos— ¿O que mocoso?

Intenta empujarme de nuevo pero lo tomo de la mano y se la doblo, empieza a gritar de dolor, se me acercan los otros dos hombres e intentan golpearme pero los esquivo y los golpeo.

—Vayanse —digo y salen corriendo— ¿Se encuentra bien? —le preguntó a la señora.

—Si, muchas gracias —me dice sonriente.

—No hay de que —le respondo.

La miró y me doy cuenta que es la mujer que sale en el portaretratos que hay en la oficina del coronel. Ella debe ser su ex esposa.

—¿Eres alumno en la academia militar? —pregunta y asiento—Mi marido...quiero decir el coronel es un conocido mio, debes ser bastante bueno, todos los soldados de ahí lo son.

Asiento sonriendo, me invita a pasar y observo las flores mientras hablamos.
Es una mujer bastante agradable pero de carácter fuerte, no es sorpresa que haya estado casada con el coronel, ambos son de carácter fuerte pero se complementan a la perfección.

—Adiós Stella —me despido de ella.

Llegó a la academia y me encuentro con Flavio, el se me acerca corriendo.

—Franco necesito pedirte un favor —me dice.

—Dime

—Bueno...¿podrías prestarme dinero? —pregunta apenado.

—Claro pero ¿Qué pasa? —le preguntó.

—Mi madre está enferma y es costoso el tratamiento pero no tenemos dinero —me dice algo apenado.

—Claro, no hay problema pero no tengo mucho —le digo.

—Esta bien, lo que sea está bien —me dice.

Vamos al cuarto y le entrego el dinero.

—Muchas gracias Franco, te lo devolveré pronto —me dice.

Los siguientes días Flavio a empezado a trabajar en varios lugares intentando conseguir dinero para el tratamiento de su madre, falta demasiado a clases o se queda dormido, si sigue así el coronel lo sacará, intente convencerlo de que ya no trabaje tanto porque podría hacerle daño pero no me hace caso así que he decidido ayudarlo a reunir dinero.
Llegó a la florería de Stella y la veo despachando a un cliente.

—Hola Franco, ¿Qué te trae por aquí? —pregunta.

—Bueno...quería ver si podía darme un trabajo —digo.

—¿Trabajo? ¿Y la academia? —pregunta.

—Me dará tiempo, es que de verdad necesito el dinero —digo.

Sangre De GuerreraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora