Cap 13

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Analee

Estoy en el comedor comiendo junto a los chicos cuando veo entrar a Marukh y le hago señas pero el pasa de nosotros y se va a quien sabe dónde.

—¿Y a este que le pico? —pregunta Guido.

—No lo sé —respondemos.

No sé que le habrá picado a Marukh que lleva todo el día ignorandome y no lo digo porque haya intentado hablar con el, bueno si pero no, lo digo especialmente porque cada vez que aparezco huye, por favor, como si fuera un virus infeccioso.
Terminamos de comer, nos vamos a lavar los dientes y nos vamos al campo de entrenamiento ya que el sargento Ianello nos había mandado a llamar por lo que no íbamos a asistir a clase.
Llegamos al campo de entrenamiento, estamos los chicos, Marukh, un grupo de siete chicos que ya llevan más tiempo aquí y yo, el sargento aparece minutos después y todos lo miramos serios.

—Los mande a llamar porque les va a ser asignada una misión —dice.

«Genial, nuestra primer misión de verdad.»

—Acaban de informarme que un grupo de traficantes le prendieron fuego a la fábrica del político Cattaneo y tienen secuestrados a varios empleados incluidos los hijos de los trabadores y a la hija de Cattaneo por lo que deben ir a salvarlos —dice y siento que se me va el alma. Cattaneo es el padre de Bianca, la novia de Giovanni.

—¡Si coronel! —decimos.

Rompemos formación y vamos por el armamento. Tomo una pistola pequeña, un arco y una daga.

—¿Para que llevas el arco? Mejor toma un rifle —me dice Guido.

—Prefiero el arco que un rifle —digo tomando municiones tanto del arco como de la pistola. Salgo de la habitación de armas.

Cómo he dicho, las pistolas no son lo mío y prefiero el arco pero para las misiones es mejor una pistola que un arco por eso llevo una pistola más pequeña que un rifle pero eso no quita que el arco me pueda ayudar.
Salimos de la academia y subimos a los camiones que nos llevarán hasta donde tienen a las personas secuestradas.
Llegamos al lugar, es una casa abandonada no se escucha nada, las ventanas están cubiertas con sábanas negras y todo parece realmente tranquilo.

—Escuchen esto es lo que haremos —dice Marukh expricandonos el plan.

Mientras Marukh explica el plan yo me asomo por una ventana la cual está ligeramente abierta y veo que no hay nadie más que los rehenes.

—Marukh no creo que sea buena idea —le digo algo dudosa. Ni el criminal más idiota dejaría a los rehenes sin vigilar ni con tan poca seguridad.

—¿Por qué no? —pregunta serio.

—Solo están los rehenes y no hay nadie vigilandolos —le digo indicándole que se asome.

El se asoma, alcanzo a ver a alguien correr a las espaldas de los chicos y eso me hace estar más segura de mis sospechas. Esto es un trampa.

—Marukh esto es una trampa —le digo.

—¿Estás seguro que es una trampa? —me pregunta y asiento— ¿Qué propones entonces?

Lo pienso por un momento, debe haber alguna forma pero no sé me ocurre nada y debo darme prisa, no tenemos todo el día y empezarán a sospechar.

—Ya se —le digo.

Le explico el plan y el asiente. Regresa con los chicos para explicarles el plan y veo a lo lejos a alguien vigilandonos.

Me voy a la parte trasera de la casa seguida de Flavio, nos adentramos en el bosque hasta quedar un metro más atrás de dónde está el tipo vigilando a los chicos.
Los chicos entran y el tipo empieza a acercarse a la entrada de la casa, me acerco sin que se de cuenta y lo golpeó en la nuca con la pistola.
Cae al piso inconsciente, le quitó las armas y nos dirijimos a la parte trasera de la casa.
Veo que no hay ninguna forma de subir al segundo piso, no hay árboles ni nada.

Sangre De GuerreraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora