Brooding.- Nomin

Quebrarse.

Tuve la suerte de que el jueves mi jefe estuviera ocupado en reuniones, pero finalmente era viernes.
Le había contado mis intenciones a Renjun y Donghyuck, tal vez no les conté toda la situación porque no quería preocuparlos y tampoco quería que fueran directamente a la oficina del jefe a romperle la nariz.
Ellos me entendieron, me felicitaron y dijeron que pronto renunciarían también.

Por otro lado, Jeno no dejaba de mandarme mensajes, preguntaba que cómo estaba, cómo me sentía, si ya había comido y esas cosas.

-Admite que te gusta -dijo Donghyuck leyendo por encima de mi hombro.

-Hyuck, no me va a gustar cualquier persona que me trate decentemente -levantó una ceja hacia mí.- Bueno, sí, pero todavía es muy pronto, ni siquiera he pensado en ello, no tengo tiempo.

-Claro claro, ahora tendrás un poco más de tiempo, deberías acercarte más a él -sugirió Renjun.- Al fin serás libre.

-No tanto, debo buscar otro trabajo -les recordé.

-De todos modos, no sabes lo felices que estamos por ti Jaem, al fin dejarás este horrible lugar, mereces algo mejor.

-Definitivamente mereces lo mejor del mundo -dijo Hyuck estando de acuerdo.

-Gracias chicos -les dediqué una sonrisa honesta. La verdad estaba feliz, me sentía aliviado.
Al fin podría dejar este trabajo de mierda.
Admito que tenía miedo, miedo a lo que seguía, puesto que debía encontrar otro trabajo y sé que probablemente ninguno me pagaría así de bien, pero me las arreglaría.
Jeno me había hecho sentir mejor, me había dicho que él me ayudaría en lo que pudiera y que si supiera de un trabajo me diría inmediatamente. También me dijo que estaba bien priorizar mi bienestar y comodidad, incluso me dijo que estaba orgulloso de mí.
No sé por qué eso me hizo sentir tan bien.

-Ya se terminó nuestro turno, pero te esperaremos a que vayas a solicitar tu renuncia, esto se debe festejar.

-¡Si!, Por eso ya nos invitamos a tu casa -me reí ante el comentario de Donghyuck.

-Claro... Ahora, debo ir, esperenme, les prepararé algo de comer -aseguré.

Caminé hasta la oficina, no estaba tan lejos de donde nos encontrábamos los chicos y yo.
Toqué la puerta, pidiendo permiso para entrar.
Cuando me lo dió, fue cuando tuve que respirar profundamente primero.

-Oh, yo no te he pedido que vengas Na -dijo solo dándome una mirada, mientras hojeaba un montón de hojas que tenía en sus manos.- ¿Qué se te ofrece?

Sentía que iba a vomitar de los nervios.

-Venía a anunciarle algo.

-Dime, hoy no tengo tanto tiempo -mientras él seguía distraído, junté el valor para decir esas dos palabras con firmeza.

-Quiero renunciar.

En cuanto dije eso en voz alta, él se detuvo y me miró, su mirada me aterró, pero debía permanecer fuerte y firme.

-¿Quién te dió permiso para ello?

-No necesito su permiso para renunciar -dije mirándolo confundido.

-¿Desde cuándo te atreves a contestarme de esa manera a mí?, ¿Quién te crees que eres?

-Disculpe, pero no le estoy contestando de forma grosera, no es mi culpa que considere como falta de respeto las verdades que se le dicen -las palabras parecían salir de mi boca sin control, pero honestamente, no me importaba, era lo que siempre he querido decirle.

-Jaemin, deberías cuidar más tus palabras.

-¿Qué me hará?, ¿Despedirme?, eso es lo que quiero, ya no trabajar en este horrible lugar que solo me explota laboralmente y encima su dueño es un... -me contuve, ya no valía la pena.