Momentos para recordar.

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-Mamá, Jaemin se quedará a dormir hoy -comentó Jeno mientras ayudaba a agrupar los platos sucios.

-Está bien, pero recuerden que no son los único en la casa.

-Por dios mamá -yo solo me reí avergonzado. Jeno llevaba diciendo eso varias veces en lo que va de la tarde por cada vez que se avergonzaba, y eso me causaba gracia.

-Solo decía. Ya, vayan, yo recogeré esto -dijo dándole un golpecito en la mano a Jeno para que soltara los platos.

-¿Segura?

-Claro, por algo tengo esposo, para obligarlo a lavar los trastes sucios cuando yo no quiera -se rió.- Vayan, dale un tour a Jaemin.

-Estuvo deliciosa su comida por cierto -dije una vez Jeno comenzó a arrastrarme hacia quien sabe dónde.

-¡Gracias lindo!

Ya no pude decir nada porque ella desapareció de mi vista, así que me concentré en Jeno.

-¿A dónde me llevas? -pregunté cuando comenzamos a subir las exageradamente grandes escaleras.

-A mi habitación, claro.

-¿No íbamos a hacer un tour?

-Primero hay que ponernos una pijama Nana, será más cómodo.

-Está bien -después de unos metros más caminando en el segundo piso, se detuvo frente a una puerta blanca más alta que ambos.

-¿Listo para ver mi habitación?

-Creo que estás más emocionado por mostrarmela -me reí.- Sí, listo.

Me daba mucha ternura su emoción.

-Es que me gusta decorarla y ordenarla de distintas maneras. Es uno de mis lugares favoritos, además de tu cama cuando estoy contigo, claro.

-Ay, Jeno, ya te habías tardado de hacer uno de tus comentarios cursis -se rió.

Abrió la puerta entonces, dejando ver un ambiente bastante azulado.
Tenía luces led azul claro, no estaban en una intensidad molesta, tenía algunos pósters de música o videojuegos que supuse le gustaban, además, tenía algunos estantes blancos con libros, comics, plantas falsas y alguna figura coleccionable.
Su cama con mantas y almohadas en distintos tonos azules y unos cuantos grises estaba en una orilla, justo a lado de la ventana con cortinas también azules y persianas blancas. A un lado de esta, estaba un escritorio igualmente blanco con una computadora, o mejor dicho, todo un set gamer. Me gustaba la gama de colores.
Además, había un clóset enorme cerrado, y por supuesto, tenía su propio baño y frente a la cama un televisor bastante grande.

-¿Y bien?, ¿Qué te parece?

-Creo que tu color favorito es el azul -comenté porque fue lo primero que se me ocurrió.

-¿Eso crees? Ni me digas -dijo sarcástico, haciéndome reír.- De todo lo que pudiste decir, eso fue lo que elegiste.

-No, es que fue lo primero que se me ocurrió. Pero ahora que lo pienso más, bueno, es asombroso, tu habitación es del tamaño de mi sala de estar y cocina juntos, encima tienes baño propio, rich, rich.

-Ay no lo digas así -se rió apenado.- Pero sí, la verdad estoy orgulloso de mí habitación, la mayoría de cosas las he comprado con mi propio esfuerzo.

-Eso es genial Jen, de verdad. Está todo muy lindo -aseguré con honestidad.

-Gracias Nana -me sonrió satisfecho.- Bueno, deja saco algunas pijamas -abrió su clóset, dejando ver mucha ropa.

-Vaya...

-Y no has visto la habitación y ropa de Chenle, es más "extravagante", y le encanta la ropa cara, a mi honestamente me da igual la marca -siguió buscando, ahora en unos cajones.
Yo solo me dedicaba a observar sus movimientos sentado en una orilla de la cama.
Ni en casa de mis padres llegué a tener una habitación así, aunque sí tenía una más personalizada.
A veces extrañaba esa casa, fue una lástima que tuvimos que venderla después de lo que pasó.

Brooding.- NominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora