Brooding.- Nomin

Disculpas.

Después de más o menos media hora estando en el pasillo, convencí a Jaemin de entrar, debía comer algo.

Una vez estuvimos dentro, él se negaba a ir a la sala, y se fue a la cocina con la excusa de que tenía que terminar la cena... Y tal vez era verdad, pero sé que también lo estaba usando como excusa.
Así que después de decirle a los chicos en la sala que pronto vendríamos con la cena, volví a ir con él.
Honestamente no quería dejarlo solo.

-¿Qué harás?

-Jajagmyeon.

-Uy, de seguro te quedará delicioso -era verdad, pero todo lo que le decía era para intentarlo sentir mejor, sin embargo el aura que emanaba seguía siendo oscura, y no respondió mi comentario, de hecho, me estaba dando la espalda, puesto que estaba concentrado en la comida.

No me gustaba para nada verlo así.
Luego recordé que le había comprado algo antes de que pasara todo este incidente.
Fui a la sala silenciosamente, ahí estaban aquellos dos, ya más tranquilos, simplemente abrazándose mientras estaban recostados sobre el sofá grande.
Claro, y no son novios.
Ni siquiera se inmutaron de mi presencia, y al regresar, sabía que ni siquiera Jaemin había notado que me fui.

-Nana.

-¿Mmm?

-Voltea -pedí.
Él dejó el cucharón de lado y volteó a verme.
Su cara larga se transformó en cuanto vio la barra de chocolate que tenía en las manos.

-¿Es para mí? -su voz sonó más aguda de lo usual al preguntar esto.

-Sí, te lo compré en la mañana. Recordé que un día en el que mensajeabamos dijiste que tenías ganas de chocolate, porque hace mucho que no comías -expliqué, dandoselo.
Él lo aceptó, tratando de disimular su emoción.
Creo que había cumplido mi cometido.

-Gracias Jen -me sonrió, pero esa sonrisa se transformó en una mueca.- Y perdón si no te estoy prestando atención, hay muchas cosas pasando por mi cabeza.

-Oh, no te preocupes -tomé su mano, atrayendolo más cerca de mi.- Yo entiendo, no estoy molesto, no podría molestarme contigo -admití.

-No sé qué hice para haber tenido la suerte de encontrar a una persona como tú. En la vida todo me sale mal y siempre parece que va empeorando, como puedes ver -ladeó su cabeza sin dejar de mirarme.- Pero tú eres la excepción.

Mierda, quería besarlo.

-Al contrario, yo tuve la suerte de encontrarme a alguien como tú. Jaemin, no sé cómo es que me haces sentir tantas cosas que jamás había sentido, y todo en tan poco tiempo -me acerqué más a él.- ¿Qué me has hecho? -le susurré casi en los labios.
Solo un movimiento más y estaríamos besándonos, lo anhelaba mucho.

-No he hecho nada, honestamente yo tampoco entiendo cómo es que siquiera te gusto.

-Oh Jaemin, si pudieras verte a través de mis ojos...

Listo, iba a besarlo, quería hacerlo, lo haría.
O eso pensé hasta que el sonido de la alarma que había puesto Jaemin para la comida sonó, asustandolo, haciendo que se alejara rápidamente como si un "golpe de realidad" lo hubiera golpeado.
Mentiría si dijera que no me sentía decepcionado.

Supongo que no sería hoy.

La cena fue una de las más incómodas en las que he estado, tuve que convencer a Jaemin de que saliera de la cocina y comiera con nosotros, claro que se sentía la tensión.
Tío y sobrino no hablaban, Chenle y yo intentábamos suavizar la situación y hacer alguna plática, pero por supuesto, no funcionaba.

Al menos sostuve la mano de Jaemin por debajo de la mesa para recordarle que estaba aquí para él.

En un momento hice contacto visual con mi hermano, sabía que ambos estábamos pensando lo mismo.
Teníamos que enamorarnos de dos chicos inestablemente familiarizados, por supuesto.