Fuerte.

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Honestamente no sé qué era lo que estaba haciendo mal o si de alguna manera había molestado a mi jefe. Siempre me sobrecargaba de trabajo, lo sabía, pero estas últimas 2 semanas ha ido demasiado lejos. Mi turno termina a las 3 o 4 de la tarde, pero ya llevo varios días llegando a mi casa cuando ya ha oscurecido.

Sabía que era injusto, incluso iba contra mis derechos como trabajador... pero no podía renunciar, no debía, me sentiría tan culpable si lo hiciera.

El problema era que estas dos intensas semanas ya estaban cobrando factura, mi ojo temblaba, mis manos también, mi espalda dolía y mi nuca ardía como el mismísimo infierno, además, el dolor de cabeza estaba siempre presente.

-Jaemin, en serio, debes hablar con él, debes decirle que está mal que te deje tan tarde. Mierda, nuestro turno es de 8 horas y ese animal a veces te deja 12 o 13 horas, es practicamente ilegal e inhumano, incluso puedes denunciarlo -solté un sonido sarcástico ante el comentario de Renjun.

-Maldita sea, lo sé. Intentaré hablar con él aunque dudo llegar a algo -dije honesto.- Además honestamente me incomoda pasar tanto tiempo solo aquí con él...

-Todos hemos visto como te mira -Donghyuck hizo una mueca.- Min, de verdad que ese sujeto es un peligro andante, cuidate mucho por favor.

-Lo haré, hasta el momento no ha hecho nada más que sus incómodas miradas y uno que otro comentario horrible. Pero les juro que estaré bien, ¿okay?, sé cómo defenderme -era cierto, tampoco era tan débil físicamente.

-Está bien... Deberíamos renunciar los 3 juntos como hemos planeado desde que llegamos -los 3 nos reímos, era verdad.- De todos modos renunciaré pronto, solo estoy esperando a que me mi tío acceda a darme un lugar en su compañía.

-Espero te lo den Ren, eres una persona excelente -halagó Hyuck.- Yo honestamente no sé qué pase, pero supongo que haría trabajos de medio tiempo hasta encontrar realmente mi lugar... o que me asciendan, lo que pase primero.

-Entonces ¿Qué estamos esperando? -lo miré, haciéndolo recordar mis razones.- Ah claro, claro, no puedes darte el lujo de renunciar así como así, ¡Jaemin!, sé que es difícil, pero cuando vives en un ambiente laboral así, donde además del acoso constante, eres explotado, lo que menos debe importarte es el dinero. Aunque sé que tal vez solo esté hablando desde mi privilegio.

-Sí, lo haces -dije honesto, era más complicado que eso. Ellos iban a hablar nuevamente pero el teléfono que indicaba que el jefe me llamaba a su oficina sonó. Me pidió que fuera y llevara los papeles que me había mandado llenar en su lugar.

-Suerte Jaem... Ya es hora de irnos, y sabes que no nos gusta dejarte solo pero Hyuck tiene una urgencia y yo debo ir a casa de mis padres -explicó Renjun con mucha preocupación.

-Por favor, cualquier cosa no dudes en llamarnos, ¿okay? -pidió Hyuck con seriedad, solo asentí un poco afligido. Se preocupaban por mi culpa.

Mientras ellos se iban yo entré a la oficina.

-Aquí tiene, terminé mis pendientes por hoy -avisé algo nervioso, tratando de evitar su mirada.

-¿Terminaste?, si aún falta que saques algunas estadísticas y corrijas documentos -dijo y casi podía notar la burla en su voz.

-Uh, disculpe, con todo respeto, estas últimas dos semanas he hecho casi lo doble de horas que se supone son de mi turno, no creo que sea justo.

-¿Disculpa?

-Sé que estoy condicionado en este trabajo, pero honestamente nunca le he fallado, de verdad que trabajar tantas horas es pesado -dije con un tono de voz más bajo, tenía miedo, y su silencio me hizo asustar más.

Brooding.- NominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora