Extra 1.

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* Jisung *

Estaba asustado, definitivamente.
Siempre había sido una persona asustadisa, con cualquier mínimo sonido o movimientos brusco ya soltaba un respingón.
Pero no hablaba de ese tipo de miedo, esta vez estaba asustado porque se cumplía un año de la muerte de mis padres y Chenle y Jeno nos acompañarían al cementerio. Me asustaba porque no sabía qué se supone deba hacer, cómo deba sentirme.
Era algo estúpido, lo sé.

Y es que aún no lo creía, el tiempo se fue volando, no creía que ya fuera un año, se sentía menos, unos meses, unas semanas... Aún seguía doliendo como si hubieran pasado solo unos días incluso.
Los extrañaba demasiado, pero a su misma vez ya había olvidado todos los detalles básicos, como sus voces, su aroma y su tacto.
Y eso me entristecía demasiado, pero no podía hacer nada.

Una vez salí de mi habitación, recién duchado y vestido con un outfit completamente negro, fui hacia la sala, donde estaban ya los 3 esperándome, también vestidos de negro.
En cuanto notaron mi presencia, Jaemin se levantó de inmediato acercándose a mí, con una mirada llena de preocupación y tristeza.
Sabía que también a él le dolía, pero no lo quería expresar.

-¿Listo? -solo asentí, no me sentía con ganas de hablar.- Vamos, debemos pasar a comprar flores primero.

Creo que Jeno y Chenle podían sentir el ambiente melancólico, porque tampoco decían nada, solo sentí la mano de Chenle envolviendo la mía en cuanto comenzamos a caminar hasta el auto de Jaemin, y agradecí tanto su compañía y tacto, lo necesitaba.

Una vez en el auto, Jaemin se puso en el volante, Jeno de copiloto y Chenle y yo atrás.
El auto arrancó sin más.

Y nadie hablaba, eso me estaba poniendo más nervioso.
Sé que creían que me iba a quebrar en cualquier momento, y sé que probablemente sí, pero no me gustaba sentirme de cristal, me estaban abrumando más.

-Por favor, dejen de hacer como si no pudieran hablar, con su charla no me voy a quebrar -me animé a decir, quejándome un poco, y con eso casi pude escuchar como soltaban el aire que estaban conteniendo y me causó algo de gracia.
Eran demasiado dramáticos.

-¿Quieres unas flores en específico Sung? -me preguntó Jaemin.

-A mi mamá le gustaban las margaritas.

-Entonces Margaritas serán -me sonrió a través del retrovisor y solo se dedicó a concentrarse en manejar.
Jeno a su lado encendió la radio a un volumen moderado para llenar el abrumante vacío del auto.

De rato solo sentí que Chenle apoyaba su cabeza sobre mi hombro, suspirando.

-¿Estás bien? -le pregunté.

-Eso debería preguntarte yo a ti tonto -se rió.- Solo no me gusta verte así. Te conozco lo suficiente como para saber que estás fingiendo -susurró.- Pero lo respeto, solo quiero que sepas que estoy aquí para ti, siempre.

-Lo sé Lele, lo sé y te lo agradezco, pero no sé cómo sentirme al respecto de todo esto, así que tampoco sé cómo expresar mis palabras -admití, recargando también mi cabeza sobre la suya.
Pude notar a Jeno poniendo su mano sobre la pierna de Jaemin y sonriéndole cariñosamente, pero no dije nada.
Ellos también estaban teniendo su momento, sin palabras.

A veces se sentía irreal el hecho de que ambos hermanos habían llegado a nuestra vida para apoyarnos y amarnos al mismo tiempo, tal vez eso era a lo que la gente llamaba "destino" o casualidades.

-Perdón, no sé cómo reconfortar a alguien triste, supongo que con el tiempo que llevamos juntos lo has notado -se rió poquito otra vez y eso me hizo sonreír.

Brooding.- NominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora