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Sus bracitos estaban siendo apoyados por los salvavidas de color amarillo con patitos de hule y Conall se encargaban de sacudirlos para salpicar el agua hacia todas las direcciones, haciendo una melodía con su propia risa y las gotas del agua.

Las mejillas sonrojadas en un dulce color rosado visible aún con la capa de bloqueador solar blanco sobre todo el rostro y los rizos ligeramente húmedos en su frente con apariencia suave.

Louis lo observaba desde el borde de la piscina con sus pies sumergidos en el agua, su torso estaba desnudo con el hermoso color acaramelado brillante por los besos directos del mismo sol y el bañador corto de color lavanda que hacía un contraste vivo en su piel. Las gafas de sol sobre su cabeza, permitiendo a su vista limpia para cuidar al pequeño cachorro chapotear en el agua y sonreír de oreja a oreja.

—Mira mami, mírame —Conall le llamó con la voz aguda, el rostro llenó de gotas de agua por todos lados.

—Te veo, cielo —Su sonrisa iba en aumento, quizás como una flor al comenzar su florecimiento.

El cachorro sonrió antes de sumergir solo su rostro en el agua, apenas un par de segundos con pequeñas burbujas que generó con su nariz bajo la superficie. Al salir, algunos rizos estaban sobre su frente y uno de sus ojitos cerrados con mueca alegre.

—¿Me viste mami, me viste? —preguntó amortiguado, sonriendo alegre y tallando sus ojitos.

Las arrugas bajo los ojos de Louis estaban más que presentes, demostrado la gran dicha que emanaba de su cuerpo.

—Claro que te vi, amor. Eres un niño grande.

Ese tierno hoyuelo surco la mejilla de Conall, orgulloso de ser el niño grande de mamá y más que feliz de poder hundir su rostro en el agua sin toser como las primeras quince veces.

—¡Papá! ¡Papá! —gritó dichoso—. ¿También me viste, papá?

A un par de pasos suyo, debajo de un pequeño espacio techado en donde se encontraba la parrilla encendida, Harry estaba de pie sosteniendo una espátula. El alfa tenía un par de bañadores anaranjados y los lentes de aviador oscuros en sus ojos, el torso desnudo, visibilizando toda la tinta de desliza de su piel.

Harry asintió, riendo suave por sentir ese par de ojitos de sus amores y sonrisas similares que le llenan el corazón.

—Solo ten cuidado, cachorro. Iré contigo en un momento.

Conall también repsondio con un asentimiento, antes de volver a hundir su rostro en el agua, haciendo inmediatamente a Louis observarlo por precaución.

Para Harry simplemente era un momento que estaba disfrutando para toda la vida, mientras cocinaba el par de hamburguesas en la parrilla para la comida y hacer sentir a su alfa tranquilo al mantener a su omega y cachorro satisfechos y felices.

El verano había comenzado un par de semanas atrás, Harry consiguió sorprender a su familia encontrando una linda casa de verano en Bournemouth y disfrutar un poco de tiempo alejado a todo el trabajo en la empresa.

Louis había brillado de la emoción, la playa sin duda sería de sus lugares favoritos y estaba entusiasmado de enseñarle a su cachorro un lugar tan especial como lo era el océano. Enseñarle lo lindo que era, pero lo importante de respetarlo y cuidarlo como era debido.

Conall solo estaba feliz de pasar tiempo con sus padres, él los amaba.

Harry no creyó que era posible enamorarse más de su omega, aunque nunca lo decían en voz alta, el alfa había caído a los pies de Louis desde el primer momento que ingreso al antiguo trabajo del castaño, pero nunca dejaría de sorprenderlo el amor que su pecho sentía.

little piece of sky ↳ larry.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora