No lo hemos hecho en una semana...
Al ver a Hasegawa comiendo frente a ella, Hina exhaló un profundo suspiro.
Hasegawa no la había tocado desde que Rin llegó a la compañía. Ni siquiera le había pedido un beso.
Aunque Hina estaba extremadamente insatisfecha, no era exactamente apropiado hacer esas cosas, especialmente porque no eran novios. De hecho, la situación actual era la más apropiado e ideal.
Volvió a mirar a Hasegawa y lo vio comiendo, como si a él no le molestara su situación como a Hina. Eso la deprimió.
¿Ha perdido interés en mí?
Debido a lo que sucedió, pensamientos negativos nadaban en su cabeza.
Sin embargo, como todavía pasan tiempo juntos por la noche, Aún estaba llena de esperanzas.
—Bueno, entonces, nos vemos mañana.
Hasegawa estaba frente a Hina en la entrada, mientras decía su habitual despedida. Al verlo en la puerta, Hina se sintió incómoda y bajó la cabeza.
—Además, tengo una reunión de negocios afuera temprano en la mañana, así que tendrás que ir a trabajar sola...
—Es en la mañana, así que estaré bien. No te preocupes por eso.
Hasegawa le acarició la mejilla y le dedicó una sonrisa tranquilizadora. Esa ternura le calentó el corazón y sintió que le ardían las mejillas.
Hina colocó su mano sobre él y también le acarició la mejilla. Frente a ella, vio vagamente que Hasegawa respiraba hondo.
—¿Hasegawa?
Hina lo llamó suavemente mientras su mano rozaba los contornos de su rostro. Entonces, la atmósfera a su alrededor cambió.
Hina cerró los ojos, anticipando un beso.
Sin embargo...
¿Eh? ¿No pasó nada?
Hina esperó un momento más pero aún así no pasó nada. Ella abrió los ojos y vio a Hasegawa con los ojos ligeramente rojos y el ceño fruncido.
—Lo siento.
Hasegawa retiró la mano de su rostro y rápidamente salió por la puerta.
Hina no pudo hacer otra cosa más que mirarle la espalda mientras se alejaba.
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Al día siguiente, Hina salió de su departamento antes de lo habitual. La razón era que no pudo dormir bien después de que Hasegawa se fuera así. El shock de que su beso fuera rechazado la tuvo deprimida toda la noche.
Mientras resistía un bostezo a pesar de que no tenía sueño, Hina cerró la puerta.
En ese momento, escuchó el mismo sonido de bloqueo al lado. Era de la habitación de Hasegawa. Hina esperó expectante mientras miraba en esa dirección.
—Ah...
La persona que salió fue Rin Katayama. Parecía hermosa y perfecta como siempre. Se miraron la una a la otra en estado de shock.
—...Buenos días.
—Oh sí, buenos días.
Hina saludó primero. Entonces, Rin respondió en consecuencia.
—¡S-señorita Uzuki, también vive en este edificio! ¡No lo sabía!
—Si, bueno...