Libro de One Shots con los personajes del manga y anime Haikyuu.
En su mayoría los os se posicionan después del timeskip, lo que quiere decir que la mayoría de os contienen spoilers del manga.
Sin nada más qué decir... Espero que disfruten de su lec...
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—No quiero ofenderte, Kae, pero tu novio tiene cara de que le apesta la vida.
Sakusa no puede evitar escuchar esas palabras que ni siquiera iban dirigidas a él. Kaede, su novia, frunce el ceño al instante que escucha esas palabras.
—Sólo es una persona seria, déjalo en paz.
—Simplemente digo que luce como si odiara a todo el mundo, Kae. ¿Estás segura de que no te odia a ti también?
Sakusa no puede creer que su preciosa y gentil novia haya traído a unas amigas tan odiosas al partido. Y aún peor, que hayan decidido quedarse después de que éste terminara. Kiyoomi sabe que no debería escuchar conversaciones ajenas, pero esto era importante.
—Él es una persona preciosa y amable.
Su corazón late de forma ridícula. Al inicio de todo, odiaba sentirse así, porque para empezar, no sabía cómo demostrar cómo se sentía. Le tomó mucho tiempo dejarlo salir.
Ella fue paciente, cariñosa y le daba su espacio cada vez que lo necesitaba. Además, ella siempre aceptó el poco contacto físico que él podía ofrecerle, hasta que fue evolucionando.
—Llevan saliendo tres años y jamás lo he visto tomarte de la mano.
—Que tú no lo hayas visto, no significa que no lo haga —su novia casi gruñe.
Él sabía que las conversaciones de ese tipo la ponían nerviosa, así que tomó el bolso y salió del área de los casilleros para los jugadores. Las amigas de su novia, quien estaba de espaldas, estaban paradas frente a ella. Levantaron la mirada al instante en que él mostró su presencia.
—Hey —es todo lo que dice cuando las mira, entonces su mirada se posa sobre la chica que ha compartido su tiempo con él durante tres años y pronuncia: —Hey.
—Hola, tú —Kaede sonríe a medias—. Qué buen partido, felicidades por la victoria.
Sakusa no responde, sólo extiende su mano hacia su novia, esperando a que ella la tome.
—Vamos a casa —murmura.
Ella toma su mano y se levanta, mira a sus amigas.
—Vengan con nosotros, podemos ir a dejarlas a sus casas —Kae ofrece y Sakusa frunció el ceño al instante, mirando hacia otro lado.
—Sí —es todo lo que dicen.
Fue un martirio. Su precioso auto estaba limpio, casi brillante y ahora sería ocupado por las serpientes que su novia llamaba “amigas”. Fueron a dejarlas a sus casas rápidamente y Kiyoomi pudo respirar con más tranquilidad.
—Prometo limpiarlo —la chica pronuncia.
—No, está bien —él masculla.
No sabe qué más decir, tampoco sabe si mencionar el hecho de que escuchó su conversación. Pero podía notar los ojos tristes de su novia.
