Libro de One Shots con los personajes del manga y anime Haikyuu.
En su mayoría los os se posicionan después del timeskip, lo que quiere decir que la mayoría de os contienen spoilers del manga.
Sin nada más qué decir... Espero que disfruten de su lec...
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A diferencia de cómo la gente la veía, Eri era dulce. No dulce, como una persona que deja que pasen por encima de ella, sino dulce de no sacar las garras a menos que sea necesario, pero suele ser tomada como una persona intimidante debido a que es trabajadora, siempre hace más de lo que debe y siempre va un paso más adelante que los demás.
Eri trabajó duro cada día de su vida porque su éxito académico es lo que la hacía sentir increíble e imparable. Sin embargo, Eri siempre ha tenido un sueño. A estas alturas de la vida, no lo dice en voz alta porque la gente la verá como una loca.
Eri realmente deseaba ser madre.
Ni siquiera le importaba ser la esposa de alguien porque, desde su punto de vista, no tenía ganas de maternar junto a alguien que la hiciera sentir que maternaba sola, aún sin estarlo.
En pocas palabras, Eri quiere un bebé, no dos. No quiere un esposo inútil que no cumpla con sus responsabilidades y que le provoque un desgaste emocional al pedir cosas que se le deberían ser otorgadas sin necesidad de palabras.
Eri había logrado todo lo que se había propuesto desde el inicio; era la dueña de una prestigiosa marca de ropa y podía solventar la vida que siempre quiso.
Sólo faltaba una pequeña cosa que había dejado de lado por el bien de su futuro, pero no veía porqué esperar ahora.
—¿Apenas te acuerdas que existo? —la voz masculina y profunda de Kuroo le hizo sonreír al teléfono.
—Soy una mujer ocupada, Tetsu —ella sonríe—. ¿Qué tal va el mundo del volleyball?
—Ajetreado como siempre —responde él.
—Bien —ella suspira—. ¿Podemos reunirnos hoy para la cena?
—¿Por qué de repente tu tono de voz cambió?
Eri arruga la nariz, porque odiaba cuánto la conocía el hombre al teléfono.
—Te tengo una propuesta —ella trata de sonar más serena.
—Uh la la —él bromea un poco—. ¿Es una propuesta indecente o puro negocio?
Ambas cosas.
—Es la cosa más seria del mundo, Kuroo.
—Bien, bien. Te veo en la cena.
Eri cierra la llamada y toma una gran bocanada de aire. De verdad, por momentos piensa que se volvió loca, pero era innegable el hecho de que él era el candidato perfecto.
Kuroo Tetsuro se convirtió en su amigo y rival académico cuando estudiaron en la preparatoria Nekoma. Eri siempre pensó que ambos harían una buena dupla, pero nunca se interesaron realmente en cambiar el rumbo de su amistad, a pesar de la insistencia de Kenma.
