Solo una de las que fueron sus amigas, siguió frecuentandola e invitándola a salir una que otra vez, ella también era divorciada y entendía todo lo que el resto no.
En esa ocasión, aceptó acompañarla a tener una interesante conversación con la hermana de Namjoon sin que este se enterara.
—No lo sé, Dhay— ella estaba claramente más nerviosa— las hermanas son aterradoras, tengo que agradecer que mi nuevo esposo no tiene ninguna.
—Namjoon se enfrentó a mi ex marido y yo sé que podré tolerar todo lo que su única hermana tenga para decirme. Tenemos que llevar la fiesta en paz, Namjoon es un hombre respetuoso, no creo que su hermana sea lo contrario— observó a la puerta—fue difícil conseguir tomar el número, él siempre está usándolo.
—Bueno, confiemos en que te odia porque no te conoce y...— la vio entrar, ambas de colocaron de pie— y no se ve muy amable, Dhay.
Sí se podía notar que se trataba de la hermana de Namjoon, compartían muchos rasgos similares, tenía cierta elegancia y como se esperó de ella, le saludó cordial y con un asentamiento de cabeza.
Le dio un vistazo a su estómago y se sentó.
—Tengo que admitir que me sorprendió recibir una llamada de su parte. No creí que estuviera enterada de mi discusión con mi hermano sobre su relación.
—Puedes hablarme con confianza— pidió— y de hecho, no estoy precisamente enterada, él prefiere no hablar sobre eso porque cree que puede afectarme o hacerme sentir mal y eso no es conveniente en mi estado.
—Mm, creo que también está el hecho de que su personalidad lo insta a ser así, reservado— el mesero llegó, pidió algo de tomar para las tres— el té de frutos rojos es delicioso y nutritivo, estoy segura de que te sentará bien.
Asintió, medio sonriendo.
—Gracias.
—Solo voy a decir algunas cosas para dejar todo claro y es que, yo no te odio, me parece muy respetable que decidieras conversar conmigo aun cuando mi opinión no los afectaba en nada— aseguró— que estés aquí, me dice que eres una mujer que valora la familia y se preocupa por Namjoon, yo considero que mi hermano es un gran ser humano y precisamente porque sé la calidad de hombre que es, estuve en total desacuerdo con su deseo de casarse con alguien más de veinte años mayor— suavizó el tono de voz— luces muy joven, de hecho, también parece que eres saludable y cuidas de ti misma.
—Lo hago, me preocupo por mí. Entiendo que no estés de acuerdo con nuestra relación— empezó—y no te pido que lo estés, solo pido una cosa y esa es que nos mantengamos en la línea del respeto, aunque Namjoon no lo diga, sé que le afecta que ustedes dos no estén en los mejores términos, son hermanos y quieren lo mejor para el otro. Nos veremos muy seguido y creo que es primordial que tengamos una relación al menos de tolerancia y entendimiento.
Las bebidas fueron traídas a la mesa y la amiga de Dhay bebió la suya con los nervios reflejados en su rostro, viendo a la ventana como si fuese interesante mirar a la gente pasar.
—Me parece muy bien— accedió— estoy dispuesta a conocerte y saber más sobre tí, sin intenciones de juzgarte a tí o a mi hermano por sus decisiones. También me gustaría estar presente en la vida del bebé apenas nazca, será mi sobrino, después de todo.
Dhay asintió, todavía consternada.
—Está bien, claro.
—Entonces, llamaré a Namjoon, hablaré con él sobre este encuentro y vamos a programar una cena, una reunión o lo que se dé y de esa manera comenzar a convivir— se levantó— yo me encargo de todo, tienes mi número y yo el tuyo para lo que necesites. Estamos en contacto.
Y se fue sin siquiera probar el té.
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