(Narra el teniente Jack Hesse)
No podía dormir, era la 1:58 de la madrugada y tenía que levantarme a las 6:30 porque mi comandante me citó a las 7:00 pero no me preocupaba, ya antes he dormido como cuatro o cinco horas, incluso. La razón por la estaba despierto fue porque me sentía preocupado por algo, quizás por lo que se estaba avecinando. Ya tenía entendido que al iniciar una guerra me enviarían a batallar y como nunca estuve en una, tenía pocas probabilidades de salir vivo de una, es más, me matarían el primer día. Aún así, no era eso lo que me preocupaba, de llegar a morir en un combate nadie me extrañaría. Nunca tuve hermanos, mi madre murió de cáncer hace tres años, y papá, bueno, sólo digamos que lo mataron cuando fue a batallar en la Gran Guerra. Murió el 12 de abril de 1916, lo que escuché decir del teniente Krull, ahora mi comandante, fue que lo balearon en la cabeza y murió instantáneamente. Nunca le creí, papá decía que nunca quiso batallar en tal guerra y menos a favor de Alemania, pero fue obligado a hacerlo. Pienso que quizás se dieron cuenta de eso y alguien del mismo bando que mi padre lo mató, y algo me dice que el actual comandante Krull lo asesinó. No tengo cómo probar eso, incluso se podría decir que luego de la muerte de mi padre, el comandante comenzó a verme como su hijo, y cómo no hacerlo si luego se casó con mi madre al año siguiente. Ni siquiera pude detenerlo, apenas tenía cuatro años de edad y se podría decir que él me consentía más que mi verdadero padre, me compraba lo que pedía, me hizo tomar clases de piano, me pagó las mejores escuelas del país e incluso dio la orden de que si él llegase a morir, yo debía ocupar su lugar. Eso sería un gran honor, si tan sólo le tuviera algo de cariño, a pesar de que estuvo más tiempo conmigo que mi propio padre.
Cuando cumplí los dieciocho años de edad, Krull me enlistó en el ejército alemán, no fue para nada fácil, pero dentro de un año tomé el ritmo de todo lo que había que hacer. Sabía que él estaría orgulloso y lo estaba sin duda alguna, pero yo siempre mostrando cara de indiferencia al hacer cualquier cosa que llegara a enorgullecerlo.
Al terminar mi servicio militar, él y mi madre me alquilaron un departamento en la misma ciudad donde vivía antes, Berlín. Dijeron que debía independizarme, que ya era un hombre hecho y derecho, sin embargo, no tenía trabajo y Krull insistió en que me uniera al ejército, el cual ahora es el llamado ejército nazi. Recuerdo cuando tuvo que ser nombrado así, Hitler hizo una especie de ceremonia en nuestro honor, entregándonos la insignia que nos diferenciaría del resto, la esvástica, y mostrándonos el saludo que deberíamos hacerle cada vez que nos dirigiera la palabra o cada vez que lo viéramos pasar. Tener que levantar nuestro brazo derecho y mantenerlo erguido hasta que él fuera el primero en bajarlo era algo que me parecía innecesario y bastante absurdo. Mientras continuaba la ceremonia, por alguna razón me dirigió la palabra. Me felicitó por mi progreso en el ejército, me dijo también que yo era el tipo de persona que formará parta de su "raza pura" y todo eso. No entiendo por qué tenía que hablar tan fuerte si estaba cerca de mí, será por el hecho de que quiere causar alguna especie de miedo o algo así, sin embargo, nunca me asustó y nunca lo hará. Cómo podría tenerle miedo, si era más alto y más fuerte que él. En ese preciso instante pude haberlo matado, ya que en ese momento los tenientes estábamos armados. Pude haber evitado lo que he estado presintiendo, pero no, no por el hecho de que después de eso me habrían matado al instante, simplemente no se me ocurrió y desde entonces, mis encuentros con él habían sido junto con los demás tenientes a varios metros de distancia.
Pensartodo aquello me dio las 2:32 de la madrugada. Me sorprendió cómo pudo pasar tanrápido el tiempo con unos cuantos vagos pensamientos. Creí que ya podríadormir, fue un gran error. Como en otras ocasiones, el sueño llegará cuando sólome queden unas tres o dos horas para tener que levantarme y estaba tratando deser optimista.
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Estoy de tu Lado
Storie d'amoreAlemania. Cuando se aproximaba una segunda gran guerra, la joven judía, Juliet, debe experimentar la discriminación por su religión, mientras que el soldado Jack Hess, disfruta de su nuevo cargo como comandante del ejército Nazi. Sin siquiera presen...