Siempre hemos sabido que la Guerra es un acontecimiento donde ocurren los más grandes genocidios de la historia, tanto niños, adultos y ancianos, tienen que sufrir las consecuencias de ésta. Ya sea hambre, miedo, dolor y sin duda muerte. Las causas de las guerras son en gran parte por la religión, diversidad étnica, ambición por tener el poder y sentirte invencible. Llegas a pensar cómo todo esto puede ser causa de una guerra, pero lo fue y seguirá siendo.
Durante la Segunda Guerra Mundial murieron cerca de 55 millones de personas en todo el mundo, un conflicto porque se quería llegar a una raza pura, que, para lograrlo, se debía expandir tanto en ideología como en territorio. Unos de los genocidas que más influyó en esta guerra fue Adolf Hitler. Quien en esos tiempos gobernaba a Alemania, país en el cual quería que fuese el primer punto de partida para el resurgimiento de su nueva raza. Él hizo lo posible por llegar a su objetivo, eliminando a quienes se oponían o les era una real amenaza. Un porcentaje de los que se vieron afectados por todo aquello fueron los judíos a quienes él detestaba y deseaba exterminar sin piedad alguna.
Sin duda alguna, aquella fue una guerra que no se limitó para exterminar a tanta gente de la peor manera. De estos cabe destacar los campos de concentración, los cuales se supo de ellos una vez acabada la guerra, donde encerraban personas y las obligaban a trabajar en las peores condiciones. Eran lugares de poca higiene, por lo que era muy probable enfermarse a causa de infecciones y virus. Aterraba el hecho de que, si te enfermabas o mostrabas sólo un poco de cansancio, ellos iban a matarte a sangre fría, después de todo eras considerado una plaga que no tenía espacio en este mundo. Una guerra que dejó en evidencia la crueldad del ser humano y de lo que es capaz de hacer por lograr sus objetivos egoístas en su más grande expresión.
La siguiente historia relata un acontecimiento sobre esta época tan cruel que se llevó a cabo el siglo XX, donde dos personas, una joven judía y un soldado del ejército Nazi cruzan sus caminos sin siquiera pedirlo, pero que desde ese entonces no dejarán de encontrarse y conocerse más a fondo, para así dejar en claro que a pesar de las creencias que se tengan, todo cambia cuando conoces la realidad del otro.
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Estoy de tu Lado
RomanceAlemania. Cuando se aproximaba una segunda gran guerra, la joven judía, Juliet, debe experimentar la discriminación por su religión, mientras que el soldado Jack Hess, disfruta de su nuevo cargo como comandante del ejército Nazi. Sin siquiera presen...