Subieron a la loma en una calma tranquila, la bandera de la paz ondeando entre ellas. Luisa hacía comentarios sobre los burros y Emilia se reía, sintiendo añoranza por esas tardes que habían pasado con anterioridad, como si llevaran tanto tiempo sin vivirlas.
Era casi ridículo la forma tan rápida en la que se había acostumbrado a pasar tiempo con Luisa, quizás tuviera que ver con su falta de afecto durante su adolescencia, o con la seguridad que Luisa le transmitía; pero también era la manera en que Luisa no era intimidante para ella, que se mostraba débil y delicada, que tenía momentos infantiles y a la vez podía ser tan fuerte como para defender a sus hermanas, cargar con gran parte del peso familiar y sostener la iglesia en su espalda para moverla.
Cuando el viento llegó hasta ellas, alzando la falda del vestido de Emilia, que rápidamente usó sus manos para bajarla, Luisa no pudo evitar reírse, dejando que los burros fueran por su libre, habiendo llegado a la cima. Emilia le dio una falsa mirada molesta, con la amenaza implícita de que si se volvía a reír ella la patearía, pero Luisa solo contestó que eso tenía más posibilidades de fracturarle el pie a ella, que de hacerle daño a Luisa. Finalmente alcanzaron ese sitio bajo el árbol que se había convertido en su lugar de salidas estable, sentándose sobre la hierba y manteniendo un silencio sereno unos instantes.
—Supongo que empiezo yo —dijo Luisa, mirando a Emilia con una petición de permiso en su mirada.
—Sí, eso sería bueno —accedió la joven, acomodándose para tomar una de las hierbas entre sus dedos y jugar con ella.
—Lo hice mal hace unos días, cometí un error que te hizo daño y no tienes que perdonarme por eso, independientemente de lo que yo haya hecho por ti, porque no tiene nada que ver una cosa con la otra —inició Luisa, sosteniendo un tono calmado que la hacía sonar segura y firme, aun cuando por dentro temblaba como una hoja ante el viento —. Sé que puedes pensar que todavía siento algo por Ana, mis acciones dieron a entender eso, pero no es así. Me confundió e impactó verla, nunca me vi en la necesidad de analizar nada más sobre nosotras porque ella se había ido y se suponía que era algo permanente, así que me tomó con la guardia baja, pero hoy he hablado con ella, dejando en claro que nada volverá a suceder entre nosotras porque yo ya no la amo. Fue mi primer amor y eso es un bonito recuerdo, pero no es más que eso. Sin embargo, si bien espero que eso aclare cualquier tipo de malentendido y explique mi reacción, no es una justificación de ninguna forma y puedes mandarme al diablo si te apetece, pero quiero que sepas que lo siento, en verdad lo lamento tanto.
Emilia permaneció en silencio un largo tiempo, sus dedos jugando con las hierbas que sobresalían y su mirada perdida en el horizonte, mirando el cielo, el sol y las montañas que los protegían. Su lengua volvió a mojar sus labios y ella inspiró profundamente, asintiendo con lentitud con su cabeza antes de carraspear para poder hablar.
—Me dolió, me tomó mucho tiempo sentirme cómoda y abrirme contigo, así que lo del domingo fue muy duro para mí —admitió Emilia, haciendo una pausa para organizar sus ideas —. Confiaba en ti y creí que eras diferente, así que cuando sentí todos esos sentimientos encontrados emanando de tu cuerpo, dejándome de lado totalmente, me pareció que me golpeaban con un martillo y me rompían —Luisa inspiró con cierta brusquedad, intentando que las lágrimas de sus ojos no se derramaran —, Sin embargo, admito que también sentí todo lo que tú ibas sintiendo a lo largo de nuestro tiempo juntas, así que no creo que no sea genuino lo que pasó el domingo en la tarde —Luisa se permitió tener esperanzas al escuchar el tono dubitativo de Emilia —. No prometo nada, pero estoy dispuesta a intentarlo, yendo con calma —declaró finalmente, escuchando como Luisa soltaba un suspiro de alivio. Emilia la miró, encontrándose con Luisa con los ojos cerrados y una sonrisa en sus labios, lágrimas finas corriendo por sus mejillas.
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Tus sentimientos en mí.
FanficTres años después de los acontecimientos de la película, a Encanto llega Emilia, quien ha huido de su pueblo después de quemar su casa con el cuerpo de su marido dentro, a quien mat0 en defensa propia por sus constantes abusos. Luisa se convierte en...