Capítulo 7

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Tomo aire fresco y disfruto que las bancas del área libre estén vacías y con nadie que arruine mi día llenandome de preguntas.

Owen está más sexy que antes con esa camisa que se le pega junto a la chaqueta de cuero, jeans negros y una argolla en la oreja que no le había visto antes.

Ambos sostenemos nuestras miradas.

Recorro cada detalle, cada facción de su rostro, mis ojos delinean su figura y luego se dirigen a sus ojos, con la luz del sol se han vuelto más claros.

—¿Qué eres?

—Su guardaespalda — se cruza de brazos

Es que no quiero que simplemente sea sólo mi guardaespaldas.

Sus ojos me cautivan y me encienden el alma misma.

—¿Y si no quiero que lo seas? —recuesto mis brazos sobre la mesa

—¿Que quiere decir? — me mira fijamente

Lamo mis labios por quinta vez y suelto un suspiro.

—Quiero...

—¡Keira! — interrumpe Alexa —ganaste

—¿De qué hablas?

—Eres la reina de la universidad — se emociona — la mayoría voto por ti después de darse cuenta de lo vil que fue Micaela contigo

¿Debería emocionarme?.

En estos momentos mi mente no está en eso, sólo puede producir imágenes y escenas con mi guardaespaldas.

—¿No estas feliz? — Alexa se sienta a mi lado

—Claro que si — sonrió — con todo esto, era predecible

—Que segura te ves

Ruedo los ojos y vuelvo a mirar Owen.

Estoy segura de que si no dejo de desearlo, no podré controlarme más.

—Vamos a clase — Alexa interrumpe mi inspección al chico

Tomamos nuestras cosas y nos dirigimos a clase.

Se supone que debo prestar atención a lo que dice el profesor, pero él esta justo a mi lado y no puedo creer que la clase tenga toda su atención.

Como siempre a donde vamos él me sigue, Alexa se fue no se a donde y ahora estoy dando vueltas por la Uni.

—No tienes que seguirme hasta aquí — paro frente al baño

No dice nada y da dos pasos atrás.

Tengo un cólico de mierda, por suerte estoy en mis últimos días y cuando estoy así mi humor es él peor.

Lavo mi cara, últimamente hace calor y eso logra irritar mi piel, lo odio.

—Tengo una duda — le diga a Owen cuando ya estamos fuera al aire libre

—Dígame — posa sus manos detrás de su espalda

—¿Alguna vez lo has hecho en un baño?

Se sorprende ante mi pregunta, pero con mi mirada le indicó que alguien nos está espiando.

—No, nunca lo he experimentado

Ni yo, pero quisiera.

—¿De verdad? — me acerco a él

Todo se queda en silencio y sólo puedo escuchar nuestras respiraciones, pero justo antes de hacer un movimiento, salen dos tipos detrás de Owen

—Bingo — susurro cerca del moreno

La Dama Del InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora