Antes de llegar al refugio que Nadir encontró, mi cuerpo cayó inconsciente en el suelo, produciendo un golpe sordo. Os preguntaréis por qué sé esto si técnicamente yo no podría haber notado nada, más Nadir me lo contó en cuanto desperté, día después. Él se había tomado el lujo de arrancar mi Mimp de la muñeca porque decía que con él seríamos una presa demasiado fácil de pillar -dejándome una pequeña marca en la muñeca-.
Al principios rechisté ante ello ya que sin él no podría comunicarme con mi madre o con Sarah, pero al final acabé siendo lógico y lo acepté. Aunque me hubiera gustado despedirme al menos de mi madre, decirle adiós aunque sea porque sé que todo se ha acabado. Mi vida como la he conocido se va a esfumar. Además, la herida de la espalda me escuece un poco y noto desnudez pues algo que he estado llevando desde niño ya no está.
Han pasado ya un par de días desde nuestra gran escapada. He de admitir que en su momento fue épica y cada vez que vuelve a mi mente como recuerdo, algo que no se definir, sube por mi pecho y me llena de poder. Nadir y yo apenas nos dirigimos palabras y no es porque él no lo haya intentado, ya que soy yo el que siempre evito cada intercambio de ellas. Sé que él esta preocupado por mi e intenta cuidarme como puede -trayéndome comida, agua u otras cosas que en su momento he llegado a necesitar-, mas las he aceptado a regañadientes.
Me siento extraño, siento que no soy yo. He herido -por no decir matado- a algunos habitantes de Luna y en su momento no me importó un bledo. Yo no soy así. ¿Por qué en ese instante mi mente pegó un enorme cambio hacia ese sentido? Me da miedo que me vuelva a pasar en cualquier otro momento y me convierta en una especie de máquina de matar -o en su defecto, una que no le importa la muerte de los que tiene presentes-.
Por las noches, cuando el silencio reina en nuestro pequeño escondrijo, escucho voces. Voces y gritos. No se si son reales o producidas por mi estropeada cabeza, pero suenan como si estuvieran sufriendo y yo hubiera causado esa angustia. Hacen que tengan infinitas pesadillas y las horas nocturnas pasan demasiado lentas sobre mi. Cada minuto, cada segundo, cada milésima de segundo que estoy en esos sueños es como si me dejara una marca imborrable en algún lugar de mi cuerpo. Éste no soy yo.
Además, no consigo desprenderme de la cosa extraña que tengo a la espalda. Nadir dijo en su momento que no era el peor de nuestros problemas, mas indirectamente me quiso decir que era uno de ellos aunque en el instante que nos dimos cuenta de su presencia, no era importante. Aun sigo sin sentir la parte de la espalda donde se encuentra y eso me asusta. Cada vez que palpo con mis dedos la carne de alrededor del frío objeto metálico que tengo incrustado en la piel, ésta ni se inmuta. ¿Es anestesia zonal o algo parecido? Porque otra cosa no se me ocurre.
Sé que debería pedirle más explicaciones a Nadir -que supongo que si sabrá algo y él lo sabe-, pero realmente no tengo ganas de entablar una conversación como ya he dicho. En realidad, quiero estar solo. He intentado desprenderme de su compañía unas cuantas veces, pero acaba siguiéndome como un experto rastreador que nunca pierde a su presa por muy escurridiza que sea. Me desquicia no poder librarme de él aunque sea para estar un par de horas solo.
Hay veces que escuchamos personas gritando por alrededor nuestra -a unos 100 metros o más, según dice Nadir- pero todavía no han dado con nuestro actual paradero. No sé qué plan está tramando éste hombre. Como ya os he dicho, no hablo con él para nada, pero hay veces que le veo trazar formas con un palo, haciendo planos en el suelo y algunas lineas rectas hacia quien sabe donde van, solo él lo sabe.
No sé qué piensa hacer con la situación actual de ambos. No podemos quedarnos aquí por más tiempo y vayamos donde vayamos, nos perseguirán hasta darnos caza.
¿He de repetir que hemos perdido, que todo está acabado?
La oscuridad se cierne sobre nosotros lenta pero dolorosamente. La noto, me está soplando la nuca.

ESTÁS LEYENDO
Buscándote en otro mundo
Ciencia FicciónGabriel es un chico que vive en la Élite de Luna, una de las muchas ciudades bajo el agua. La humanidad se ha tenido que resignar a vivir ahí debido a sus incesantes guerras que han dejado la superficie casi inservible. O eso es lo que piensan los h...