Toques de papel

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Dando pequeños saltos, JiMin trotó los últimos escalones para salir del edificio de diseño. Su buen humor se había mantenido desde que se encontró accidentalmente con YoonGi y si era totalmente honesto sólo iba a comer al mismo lugar con la esperanza de encontrarse a su diseñador favorito.

Un pequeño vistazo hacia la salida confirmó su plan. La espalda de YoonGi estaba obstruyendo el camino, bloqueando la luz del exterior.

JiMin estaba por tocarle del hombro hasta que escuchó al mayor preguntar algo lo suficientemente molesto para hacerlo saltar. Le tomó un segundo darse cuenta que no estaba gritándole a él, sino a su teléfono.

Espiar no era la opción más inteligente, lo sabía, pero JiMin siempre tuvo cierta debilidad por saber más del hombre que le atraía. Antes de que pudiera cambiar de opinión, YoonGi se giró sobre sus talones y lo encontró en la escena del crimen.

Al chico no le quedó más opción que darle su sonrisa más inocente. Hizo un gran avance si consideraba que YoonGi suavizó el tono de su voz al mismo tiempo que le devolvía la sonrisa.

Fue una imagen cautivadora, YoonGi con el sol haciendo reflejo en sus lentes y las adorables arrugas que se formaban en su piel por el tiempo. Para JiMin se sentía como una locura que ahora tuviera la oportunidad de recibir ese tipo de vista, cuando siempre tuvo que confirmarse en mirar a lo lejos.

Justo en el momento que el mayor colgó, JiMin ya estaba abriendo su aplicación de notas. Esta vez sí había guardado su teléfono. Habría traído consigo un paquete completo de hojas blancas y una caja de bolígrafos si eso necesitaba para tener una charla decente con el hombre.

«¿Todo está bien?»

YoonGi se inclinó, después se ajustó los lentes para leer el mensaje. Fue un gesto que tuvo a JiMin reprimiendo un suspiro.

—Oh, sí, lamento si te asusté. Yo, tuve una pelea con mi exesposa porque todavía no decidimos con quién se quedará mi bebé. —En ese momento, JiMin olvidó como parpadear. También como respirar—. Y es algo complicado considerando que yo tengo un apartamento, y ella...

Una vez que recuperó el aliento, tecleó tan fuerte que fue un milagro que su pantalla no recibiera un rayón.

«¿TIENES UN HIOJL????» Le mostró la pantalla e hizo un grito mudo. No podía creerlo, nunca supo que YoonGi tenía un hijo. ¡No estaba listo para asumir el papel del padrastro! ¡Era demasiado joven! Aunque quizás podría hacer un esfuerzo...

YoonGi se rio suavemente, mientras buscaba en sus bolsillos. JiMin se congeló, en su rápida imaginación el hombre estaba buscando una foto de su hijo. Cuando en realidad simplemente recibió una fotografía de un perrito rizado, no muy grande.

Sonriendo, sus pulgares se movieron alegremente. Un perro era algo con lo que podría trabajar seguramente, tampoco tenía que preocuparse por eso, sin embargo. Su confesión no se ganaría más que un educado rechazo.

«Oh, eso es lindo. Espero que consigas con la custodia, conozco un buen abogado si lo necesitas"

Su mensaje consiguió que YoonGi se riera un poco.

—Eres tan lindo —YoonGi murmuró, entre risas y eso fue lo más inesperado para el menor. JiMin miró al mayor esperando una corrección o una explicación a ese halago inesperado, sólo que eso nunca llegó—. ¿Tomarás tu almuerzo?

No tuvo más opción que asentir.

—Entonces te acompaño.

Por supuesto que JiMin quería su compañía, excepto que sus pies se detuvieron. Él apretó sus manos en dos puños, luego ocupó lo único que tenía: hablar en señas.

Desearía que dijeras que soy lindo más a menudo. He estado esperando dos para ello. —Era evidente que el mayor no lo entendería, esa era la jugada tramposa dentro de su confesión. Cuando el hombre lo miró con confusión, JiMin no se desanimó. Él fingió que se había confundido, terminando por apuntar la mano de YoonGi.

—¿Qué? ¿Quieres sostener mi mano? —El menor agitó la cabeza de arriba abajo y esperó con las mejillas al rojo vivo— Yo, eh, ¿por qué? ¿No prefieres que entrelazamos nuestros brazos? Mi esposa decía que era algo asqueroso, porque mi mano se pone sudorosa.

A JiMin no podía importarle menos lo que la esposa de YoonGi pensó al sostenerlo. Simplemente quería sujetar los dedos del hombre que anheló por un par de años.

Volvió a insistir, señalando la mano de YoonGi y cuando la tuvo se sintió igual que un niño en navidad.

Origami [YM/JS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora