El dulce timbre de su casa estaba sonando, lo hizo una vez cada minuto. JiMin tuvo que desatarse su mandil azul de olanes blancos antes de ir a abrir la puerta. Se preguntó si se trataba del repartidor de Amazon con sus nuevos sellos de madera, esperaba que sí.
Mientras se tambaleaba torpemente por el pasillo, tuvo que tomar un respiro. Estaba demasiado agotado por la enfermedad y los medicamentos no estaban haciendo su trabajo tan rápido como le gustaría.
Una vez que tuviera su fuerza normal le daría un golpecito a HoSeok por llevarlo a comer a un buffet de un precio bajo. Después le robaría un abrazo, JiMin se sentía solo sin ir a la oficina.
Con una mano apretó su estómago y con la otra giró la perilla. Si hubiese sabido que YoonGi lo esperaba del otro lado de la puerta, habría usado la poca fuerza que tenía para correr a su habitación y ponerse un atuendo que lo hiciera ver mucho más bonito.
Ambos se miraron por un largo y silencioso rato hasta que YoonGi habló.
—Buen día, JiMin. Eh, SeokJin-nim me pidió que te entregara estos documentos. —YoonGi le tendió una USB azul—. Y bueno, aquí están.
Una vez que el pequeño aparato estuvo en los bolsillos de su pijama, JiMin usó sus manos para preguntarle al mayor por qué. Rápidamente pensó que debía buscar su teléfono, sus gestos no serían suficiente para que una idea así de larga fuera comprendida. Nunca lo era.
Excepto que YoonGi se rio nerviosamente, como si lo hubiese entendido.
YoonGi lo entendió. YoonGi debió practicar el lenguaje de señas todos los días únicamente por él.
—Eh, por supuesto, pude enviarlo por correo y habría sido más fácil que pedirle tu dirección a HoSeok, pero no habría podido darte esto. —JiMin recibió un pequeño corazón de papel, hecho de una hoja texturizada.
Se veía como si le hubiese costado al diseñador mayor un par de horas trabajándolo.
¿Qué? ¿Por qué YoonGi había hecho una figura para él? El menor se lo cuestionó tan sólo mirándolo.
YoonGi se lamió los labios, después respondió tímidamente.
—Yo lo hice para ti, para que te recuperes pronto y... Porque últimamente tú no has hecho figuras para mí. —La confesión consiguió que JiMin perdiera el aliento. Nunca había esperado que el hombre notara la falta de su origami, mucho menos que tendría una confrontación de este tipo.
Simplemente asumió que sus regalos de papel no eran lo suficientemente importantes. Pero entonces YoonGi hizo un movimiento para demostrarle que no era insignificante para él, otra vez.
YoonGi era tan lindo que le dolía a JiMin no poder expresarlo más. Apretó sus dedos, creó un puño, reprimiéndose. Porque ese gesto para él significaba lo que para la gente normal cerrar los labios para no hablar.
—Lo siento —gesticuló después de un rato.
—No estoy haciendo un reclamo, ni estoy molesto —YoonGi le explicó a toda prisa, riéndose nerviosamente. Su sonrisa torpe no duró mucho tiempo en su rostro, sin embargo—. Sólo me gustaría saber por qué... Una respuesta real. ¿Hice algo mal? ¿Ya no quieres que seamos amigos?
Aunque el problema era que JiMin quería mucho más que eso, negó con la cabeza.
—Lo siento, pero ahora es un secreto.
—Oh, es un... ¿Secreto? Yo, está bien, creo. Entonces me voy, ya hice todo lo que debía —JiMin podía ver la decepción en los ojos de YoonGi, la forma en que lo miró mientras giraba sobre sus talones. El hombre definitivamente esperaba algo más, pero no lo presionó para obtenerlo—. Ten un lindo día.
Fue una vista dolorosa cómo la figura de YoonGi comenzó a alejarse en la acera. JiMin le dedicó un ruidito triste al mismo tiempo que retrocedía.
En ese momento detuvo sus pasos.
JiMin se volvió y corrió fuera de su casa hasta YoonGi. Entonces lo abrazó fuertemente, fue como gritar sus sentimientos, fue como decirle cuánto sentía haberlo herido. Al inicio el mayor se sintió tan rígido como una tabla de madera, después se fundió en el abrazo y sus grandes manos apretaron la pijama de JiMin.
—¡JiMin, estás descalzo! —YoonGi gritó una vez que lo notó, haciendo que JiMin abriera sus ojos. Sus calcetines realmente estaban tocando el asfalto— Rápido, pisa mis zapatos.
Inevitablemente el abrazo se rompió cuando YoonGi puso a JiMin sobre sus pies, más la cercanía de sus cuerpos permaneció.
Ambos rieron y fue perfecto. El menor envolvió sus brazos sobre el cuello del hombre que amaba, sin dejar de sonreír. Su momento de valentía valió el esfuerzo, incluso si su estómago seguía revuelto.
—Quédate a desayunar conmigo —le pidió tan dulcemente que el mayor no tuvo oportunidad de negarse.
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Origami [YM/JS]
FanfictionProcedimiento para un origami de romance casi adolescente: 1.-Consigue un inesperado flechazo. En un ambiente laboral de tu preferencia. 2.- Desdobla el torpe corazón de YoonGi. 3.- Une sus puntas con un comunicativo JiMin y mira el resultado. 📃Y...