20 •Parte IIII Pijamada•

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Con lágrimas brotando de sus ojos corría tal león al perseguir su presa, con el corazón roto, la vista nublada y el frío de febrero chocando su cálida piel. Aún no podía creerlo, no, no es que no podía, es que no quería. Se rehusaba a creer que la persona a la cuál le gustaba haya besado a otra persona. Otra persona...

Que no es él.

Ladeo bruscamente su cabeza haciendo que las lágrimas salieran corriendo de sus ojos y cayeran en el suelo de tierra, quitando aquel pensamiento negativo para él.

— ¡Géminis, detente!

El grito de Escorpio se escuchó desde la lejanía, pero Géminis no estaba atento a nada, solo corría y corría sin detenerse. No quería detenerse, no quería volver de nuevo a aquella casa.

— ¡Géminis!, ¡¿A dónde vas?!

Está vez era el grito eufórico de Acuario, que Géminis se dio cuenta que los estaba siguiendo desde que él y Escorpio abandonaron la sala de estar, aunque más bien Géminis salió corriendo de allí y Escorpio al saber la situación de Géminis lo siguió preocupado.

Y Acuario por su parte no le importaba Géminis, solo Escorpio ya que era de noche, no había ningún tipo de iluminación y la tierra era barro por la lluvia de hace unas horas.

Aunque bueno... Digamos que a Acuario sí le preocupaba un poco la reacción de Géminis.

Tal y como esperaban, Géminis no respondió, solo aumento más sus pasos mientras que las lágrimas también aumentaban de la misma manera.

Géminis se sentía brutalmente devastado.

Herido.

Triste.

Enojado.

Y por más que nada...

Estúpido.

Se sentía estúpido de creer alguna vez, que Virgo y él podían llegar a ser algo más. Se sentía estúpido de no haber visto en los ojos oscuros de Virgo al ver a Capricornio, esos sentimientos que el castaño tenía por el otro. Se sentía estúpido de no haberlo notado y echarse más ilusiones.

Su vista estaba tan nublada y estaba tan sumergido en sus pensamientos, que no notó una pequeña ramita en su camino, causando que sus pies se enredaran en la rama al pasar y se cayera al suelo duramente.

Un jadeo de dolor se escapó de sus labios mientras que intentaba reincorporarse de nuevo.

— ¡Géminis! —Gritó Escorpio llegando hacía donde el castañito yacía adolorido por la caída.

Luego de Escorpio, quién se colocó preocupado a un lado de Géminis, llegó Acuario y se acercó a ellos confundido y preocupado.

— ¿Qué sucedió? —Preguntó Escorpio, ayudando a Géminis a sentarse sobre el suelo de tierra.

Géminis dejó escapar un jadeo adolorido y miró a Escorpio de manera obvia.

— ¿Qué no es obvio?, me tropecé y me caí.

— Ya lo sé, señor mal humor —Contestó Escorpio, rodando sus ojos—, pero ¿con que te caíste?

— Con una estúpida rama que había por ahí.

Con enojo Géminis pateó una rama que había a un extremo de su pie y soltó de nuevo un jadeo de dolor al su pie hacer contacto con la rama, ya que pareciera que su pie había sufrido la peor parte y ahora estaba fracturado.

— ¿Estás bien? —Preguntó Acuario está vez, mirando fijamente a Géminis preocupado.

— No lo sé... Creo que me rompí el...

CHAT OF LOVE | zodiaco.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora