CHAT OF LOVE | zodiaco.

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Su cabeza estaba recostada en mi hombro, su respiración era entrecortada, de seguro anunciando su sueño, sus dedos fríos jugaban con los míos y mi mirada estaba centrada en el agua cristalina del lago.

La lluvia había cesado, pero no obstante el viento y el frío no. Aunque aún así, el clima era hermoso, el cielo levemente despejado con la luna escondiéndose por en medio de las nubes era hermoso.

Eché mi cabeza para atrás, apoyándome en el tronco del árbol mientras que cerraba mis ojos lentamente, dejando mi mente en la misma nada.

— Cáncer... —La voz de Escorpio se oyó—, no te vayas a dormir que recién llegas.

Abrí un ojo y pude notar el rostro de Escorpio a escasos del mío con una sonrisa juguetona. 

Pero aunque el sonreía, el dolor se dejaba ver por medio de sus ojos negros como la misma y hermosa noche.

— No me iba a dormir... —Aclaré, bufando. Escorpio encogió sus hombros como si dijera ''Si tú lo dices'' y volteó su rostro en dirección al lago, como si algo llamará su atención allí.

Dirigí mi mirada a él, y pude notar como un brillo se instalaba en sus ojos por en medio del dolor que transmitían éstos. 

Pero de la nada su labio inferior tembló, para luego cerrar sus ojos repentinamente y abrazar sus piernas. Me asusté pensando en que volvería a llorar.

— Oye, Escorpi, ¿estás bien? —Susurré preocupado, acariciando su cabellera negra. Escorpio asintió lentamente sin levantar su mirada. Suspiré—. Escor... No te ahogues en tu sufrimiento y si es necesario, llora. Hazlo. Pero no te ahogues en tu dolor y sufrimiento... Es lo peor que puedes hacer.

Escorpio no dijo nada y no hizo nada más, solo escondió su rostro entre sus piernas.

Fue cuando al cabo de unos segundos escuché sollozos provenir de él.

— Llora, cariño, llora —Murmuré, acercándome a él y rodeándolo en un abrazo. Debido a que es más grande que yo por siete centímetros, me quede corto, pero aún así intenté rodearlo con mis brazos cortos—. Desahogate, si quieres, ¡grita!, maldice, haz lo que quieras. Pero solo desahogate. Deja escapar lo que tengas dentro.

Escuchaba sus sollozos y sus hipidos por el llanto, y sentía su cuerpo temblar.

Nunca creí que vería esta faceta de Escorpio.

Nunca creí que Escorpio sufriría tanto por amor de esta manera. No, más bien; nunca creí que Escorpio dejaría que el amor lo haga ser de esta manera. Alguien sensible y roto por dentro.

Aquella persona llamada Escorpio Wilson con el autoestima por los cielos, una sonrisa juguetona, personalidad fría, tosca y juguetona...

Ahora es una persona con un corazón roto, con lágrimas y sufrimiento acumulado, y una gran vulnerabilidad que lo rodea.

Este no es el Escorpio Wilson que quise.

Dejé soltar un suspiro y de repente Escorpio aceptó mi abrazo, rodeando sus brazos en mi espalda y aferrándose a mí, sorprendiéndome.

Pero no obstante, dibujé una sonrisa ligera en mi rostro y me acomodé más bien, guiando después mis manos a su cabellera para acariciarla.

— G-gracias por todo, Cáncer... —Murmuró Escorpio en mi oreja, con una voz casi rota.

Está vez sonreí más y cerré mis ojos.

— Gracias a ti.

Y así, con la luna iluminando nuestros cuerpos abrazados, nos quedamos pasando los minutos. Minutos en los que Escorpio lloraba y yo le acariciaba su cabellera. Había perdido la cuenta de cuantas veces me agradeció por estar a su lado apoyándolo.