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Las gotas de agua caían por doquier, mi cabello siendo levantado por el viento frío acompañado de las gotas de agua que caían en éste, mis puños cerrados con gran fuerza, mi respiración acelerada y mis pies moviéndose con gran rapidez en este suelo de tierra que se estaba transformando en barro, ensuciando poco a poco mis botas negras.

En el bolsillo de mi chaqueta, sonaba mi celular sin parar. Y no era necesario fijarse para saber quién era la persona dueña de las imparables llamadas sin respuesta de por mi parte.

Esa persona que en estos momentos no quisiera ver.

¿Qué sucedió con exactitud?, bueno, les cuento; principalmente empezamos conmigo en mi cuarto, discutiendo a través de mensajes con Acuario Parkinson, el dueño de mi estúpido y frágil corazón. Ah, y con él en mi puerta pateándola. Cuando amenazó con entrar, le dije que entrará. Porque ya no me importaba nada, yo ya había escapado por la ventana.

Cuando caí en el patio debido a que mi cuarto daba con el patio trasero y a su vez daba vista al bosque, me encontré con un Aries confundido debido a mi caída repentina del ''cielo'' (desde su punto de vista claramente).

Después de haber discutido por unos pequeños segundos y al haber escuchado el ruido de una puerta derrumbarse, supe que era Acuario así que diciéndole a Aries que si Acuario pregunta por mí no le diga nada, escapé.

Escapé en dirección al bosque sin saber con exactitud a donde ir. Pero mis pies en estos momentos me guiaban a mi lugar secreto. A nuestro lugar secreto.

Mis lágrimas las retenía con gran éxito, pero no sabía por cuánto más las retendría.

Mi dolo exigía ser liberado. 

Mi corazón exigía ser sanado. 

Y yo exigía desaparecer.

Una vez más, el celular vibró dentro de mi chaqueta, pero como todas las anteriores veces lo ignoré, sintiendo el agua de la repentina lluvia que parecía acoplarse a mis emociones chocar contra mi rostro y cuerpo en general.

Mis labios se apretaban con fuerza el uno al otro, mis ojos se cerraban con la misma fuerza y en mis puños unas pequeñas gotas de sangre se escapaban por las uñas clavadas en éstos.

Demonios ¿esto soy yo?

¿Este es el Escorpio Wilson que era?, ¿el que huía y se hundía en su dolor?...

O tal vez ya no era el mismo Escorpio Wilson de antes... Tal vez, dejé que el amor me cambiará y me convirtiera en lo que soy ahora mismo.

Una estúpida persona que se deja vencer por el amor.

Una lágrima que con éxito había retenido se escapo y se deslizó por mi mejilla, camuflándose entre las gotas de agua de la lluvia.

Pero no fue la única. Miles de lágrimas se escaparon de mis ojos negros y se deslizaron por mis mejillas frías por el viento hasta perderse en el aire.

Fue cuando sentí que no daba más y mis pies poco a poco dejaron de correr. Mi andar al cabo de unos segundos se detuvo con cansancio, mi mano se apoyó en el árbol más cercano a un costado mío, pero mis piernas no dieron más y me derrumbe en el suelo con las lágrimas escapándose sin parar.

Caí al húmedo y sucio barro con mi espalda apoyándose en el árbol que con anterioridad me apoyé. Mis manos se guiaron a mi rostro y se quedo en éste, cubriéndolo con mis manos grandes. 

Las lágrimas chocaron contra la palma de mis manos y éstos se mojaron, mientras que un sollozo abandonaba mis labios húmedos por el llanto.

Y una vez más, el celular en mi bolsillo vibró.

CHAT OF LOVE | zodiaco.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora