— Vamos, tarado. ¡¿Por qué caminas tan lento?!
— ¡Cállate, Tauro! ¿acaso no lo ves?
— Además de ver tu cara horrible, no veo más nada. ¿Por?
Cáncer inevitablemente soltó una risa, pero antes de que el otro pudiera decir algo más se adelantó a la posible mini discusión del par. No quería más discusiones, por más que las extrañará.
— Vamos, chicos. No discutan, Tau, ya sabes lo que le pasó a Leo, se esquinzó el tobillo, ten un poco de compasión por él —Leo le dio la razón al ojíazul, asintiendo con el ceño fruncido mirando hacia el pelinegro con metas teñidas, sin evitar ocultar su expresión ofendida. Tauro rodó sus ojos.
— No, gracias. La compasión es para quiénes se lo merecen. Éste chico —señaló con su dedo al rubio, quién se apuntó a sí mismo con una ceja alzada—, se ganó el esquinzarse el tobillo. Por Dios, ¿quién en su sano juicio treparía un árbol de tres metros únicamente para agarrar una manzana?
— En mi defensa, el esguince valió la pena. La manzana estaba deliciosa —sonrió Leo, mostrando sus dientes perlados. El pelinegro le dio un zape en la nuca, pasando su brazo por detrás de Cáncer quién se encontraba en medio de ambos. Éste frunció su ceño.
— ¡Ya basta! y apuren el paso, sino llegaremos tarde a la cafetería.
Dicho eso, sus acompañantes decidieron callar y apuraron el paso hacia la dichosa cafetería. Iban con la intención de una ''pequeña reunión'' entre todos, ellos iban juntos puesto que vivían cerca, e iban caminando por el hecho de que la cafetería estaba a unas pocas cuadras de sus hogares. Sacando el hecho de la casi discusión de Tauro y Leo, iban muy tranquilos. Luego de unos pequeños cinco minutos, llegaron al lugar, divisando en el pequeño aparcamiento dos coches que reconocieron de inmediato.
Y una moto.
Ingresaron al local y tras darle una pequeña inspección a su alrededor, divisaron a sus amigos. Los tres sonrieron y se acercaron a la gran mesa, que extrañamente, lograba tener lugar para todos.
— ¡Miren quiénes vinieron!, el cojo, el papá luchón y el intento de aesthetic.
Ante el comentario burlón de Géminis, recibió tres golpes en su cabeza.
Los que recién llegaron se acomodaron en las sillas; el rubio y el ojiazul a un lado del chico teñido de rubio con tatuajes, el cuál se concentraba en jugar a un videojuego en su celular. Seguramente contra Capricornio, ya que éste también se encontraba jugando en su celular, poseyendo un pronunciado ceño fruncido, contrario al rubio, quién sonreía satisfecho.
Tauro por su parte se sentó al lado del chico de mechas teñidas de rosa y el rubio de ojos grises. Éste lo saludó con un pequeño abrazo y una sonrisa en grande. El otro se limitó a sonreírle y a alzar su pulgar, a modo de saludo.
— Y bien, Tauro ¿no te has traumado? —inició la conversación Escorpio, después de haberse saludo entre todos rápidamente—, venir con la parejita melosa es un castigo y sinónimo de traumas.
— Estuve a nada de pegarme un tiro.
— Corrección, Escorpio: —Cáncer lo ignoró, mirando a su mejor amigo que parecía burlarse de él siempre que tuviera la oportunidad— Leo y yo no somos novios.
— Estamos saliendo, eso sí —Leo le dio un trago al batido de Piscis, sin pedir permiso. Cáncer lo miró y frunció su ceño mientras se sonrojaba.
Es que, bueno, mentira no era, pero no podía ignorar el hecho de que se ponía nervioso cada vez que hablaban sobre su relación. Le ponía los pelos de punta de una forma demasiado extraña, aún no lo asimilaba del todo. Para peor, Leo siempre lo decía a la ligera, pero sin dejar de lado su tono orgulloso, demostrando que él, Leo Edwars, un idiota sin remedio, estaba saliendo con Cáncer Adams, el chico más bello e inteligente de mundo.

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CHAT OF LOVE | zodiaco.
Roman d'amourAcuario creó el grupo ''Hablemos o los castigo :)'' Doce chicos repentinamente llegan a una casa en medio de un bosque, la mayoría no se conoce, no sabe donde está ni con quienes hablan, sus padres solo los dejaron allí solos en medio de un bosque...