CAPITULO 21

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CAPÍTULO 21
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El golpeteo de sus botas contra la loza del teatro se escuchó a lo largo del pasillo, anunciando su llegada a sus compañeros. Los demás estudiantes de teatro no parecían estar muy a gusto con su presencia todavía, pero era algo que Terry había aprendido a tolerar. Dándose paso hacia el escenario dónde todos platicaban a lo que llegaba Robert, solo una persona lo recibió.
Susanna caminó hacia él apresuradamente, casi saltando de alegría. Extrañamente, traía una caja con un gran lazo rojo en mano.

—Terry, que bueno que ya llegas. Ten esto, lo prepare yo misma. —Dejó la misteriosa caja en sus manos, manteniendo los ojos muy abiertos como estando impaciente por que le echara un vistazo a su regalo.
Terry alzó la ceja izquierda, haciendo una mueca de confusión. No podía comprender por qué Susanna se había tomado la molestia de darle algún detalle y sin razón alguna.

Deshizo el listón rojo y quitó la tapa de la caja, descubriendo un pastel completamente decorado con betún blanco y azul. Su aroma dulce llegó hacia los estudiantes, y estos curiosamente se acercaron a ver de lo que se trataba. Había unas cuantas veletas en la parte de arriba, haciéndolo ver mucho más apetitoso.

—¡Feliz cumpleaños, Terry!

Los ojos de Terry se agrandaron de golpe. Había olvidado qué día era, pero ciertamente tampoco deseaba recordarlo. Hace un tiempo atrás, en el Royal Saint-Paul, Candy le había platicado del picnic que planificaría para su cumpleaños. Siempre hablaba de comer pastel de chocolate y fresas cubiertas de azúcar. Su plan había sido hacerlo bajo el árbol de la falsa colina de Pony, pero Terry estaba seguro de que el clima no sería el adecuado. Los dos habían acordado celebrarlo en el cuarto de música, y aunque a Terry no le gustaba que lo celebraran después del incidente en su cumpleaños número doce, si se trataba de Candy, la idea no le parecía tan mala. Pero al final, nunca se les dio la oportunidad.

—¿Cómo lo supiste? —Terry preguntó antes de agradecer su gesto de amabilidad. No se le veía para nada contento con el regalo.

—Oh... Tal vez le haya preguntado a Hathaway tu fecha especial. —Se sonrojó, desviando la mirada profunda de Terry. Siempre que lo veía a los ojos, sentía un gracioso cosquilleo en su piel.

Terry sintió llenarse de ira al escuchar lo que su compañera había hecho. Susanna se había metido en sus datos personales, y era algo que por alguna razón le pareció irritante. Se mordió la mejilla derecha, causando un hueco en su rostro, y mantuvo la calma para no embarrarle el pastel en la cara.

—Gracias... —respondió secamente y forzó una sonrisa.

—Con qué es tu cumpleaños. Terence, nos hubieras dicho para lanzarte una fiesta. —Estaba claro que Harry solo estaba siendo sarcástico. No le podía importar menos—. ¿Cuántos cumples, amigo? —preguntó desde una esquina, sentado sobre un taburete de madera.

—Diecisiete —respondió cortante, tapando el pastel de chocolate.

—¿Diecisiete? ¡Pero qué bebé! —se carcajeó junto a sus amigos. De todo el grupo de alumnos, Terry era el menor, a excepción de Susanna Marlowe.

—¿Y tú cuántos tienes entonces? —preguntó sin interés, parándose frente a Harry, Jacob y Noah. Ellos se pusieron de pie para no dejarse intimidar por él.

—Dieciocho. —Con esto, puso la palma de su mano sobre la cabeza de Terence y le despeinó el cabello como si se tratara de un niño pequeño. Terence lo empujó por el pecho, se tragó los insultos que tenía para Harry, y se peinó de nuevo con los dedos—. Que ardido.

—Terry, quería decirte que, en honor a tu cumpleaños, mi madre te está preparando una cena. Será en mi casa después de las clases. Así podemos comer pastel juntos...

Terence Granchester La Historia DefinitivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora