ULTIMA PARTE: CAPITULO 37

378 44 34
                                    

CAPÍTULO 37
————————𑁍

Los charcos de agua, formados por la lluvia, causaron un sonido húmedo escurriéndose bajo los zapatos de Terry. Iba de camino al teatro para reencontrarse con Robert y disculparse por su comportamiento, y además, para pedirle otra oportunidad. Había ensayado miles de veces lo que le diría, pero aun así, le flaqueaban las piernas nada más de pensarse frente a la presencia de Robert. No estaba completamente seguro si podía verlo a la cara después del incidente, pero no perdía nada con intentarlo. La parte más difícil había pasado, y esa había sido encarar a Susanna de nuevo.

Para su suerte, ella lo había recibido de la mejor manera posible, abriendo sus brazos y sonriéndole con todos sus dientes. Había llorado de emoción, y no preguntó a dónde había ido, gesto que Terry agradeció secretamente.

«Te extrañe tanto, mi Terry», había dicho Susanna, aferrándose al cuerpo de Terence y refugiándose en su cálido pecho.

«Lamento mucho haberte hecho esperar... Prometo que no sucederá de nuevo. Cumplire contigo, Susie. De ahora en adelante, te entrego mi vida y mis sueños...»
«Es todo lo que puedo darle», había pensado mientras que la rubia le implantaba pequeños besos en los labios.

El reencuentro con la señora Marlowe había sido todo lo contrario, aunque ella había tratado de disimularlo. Le había dicho palabras de bienvenida con una sonrisa totalmente fingida.

«Es una gran alegría saberlo de vuelta y decidido a quedarse al lado de mi Susie. Por favor, Terence, acepte estas flores como mi cálido agradecimiento». Tras sus palabras, la señora Marlowe le había extendido a Terence un ramo de petunias...

Terence suspiró, alejando ese recuerdo reciente, y levantó su mano en forma de puño para tocar la puerta que hace un año había tenido que visitar. Aquella noche había conocido a Susie por primera vez, pero en aquel entonces, nunca hubiera imaginado que terminaría atado a ella.

«Ya no importa», pensó, aunque por dentro, si le importaba mucho.

La puerta no logró sentir los golpes de Terry, ya que se abrió de improvisto, revelando a un muchacho muy conocido para él.

—¿Puedo ayudarle? —preguntó Harry, achicando la mirada. Le parecían conocidos aquellos ojos, pero no fue hasta que Terence alzó la ceja que lo reconoció—. ¿Terry?... —Su mirada se entristeció notablemente, sin poder evitar sentir lástima hacia su viejo rival.

—¿Puedo entrar?

—¿Entrar? ¡Ah!... Sí, por supuesto, Terry. Pasa. —Se hizo a un lado para darle espacio.
Terence se adentró sin mirarlo y se sacudió el pelo mojado. La lluvia lo había empapado en el camino, pero era la menor de sus preocupaciones.

—Y... ¿Cómo has estado? —Harry preguntó, caminando al costado de Terry. Él no le contestó, pero no necesitó una respuesta para saber que no lo había pasado bien. Su físico era la prueba. Harry rió incómodamente, sin saber qué más decirle—. ¡Ah! ¿Qué te trae de vuelta?

—Pues ya que tanto te importa, estoy aquí para hablar con Hathaway.

—¿Eso significa que volverás? Es grandioso. —Pareció ser sincero.

—¿Qué dices? —Por fin se volteó para verlo—. ¿Desde cuándo es esto una buena noticia para ti?

Harry dirigió su mirada al suelo, siguiendo con sus ojos los pasos de Terry.

Terence Granchester La Historia DefinitivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora