street sex

01

Se despertó tranquilo, ya que era fin de semana. Estiró su cuerpo entre las sábanas con felicidad, respirando profundamente como lo hacía siempre.

Tomó su celular desconectando el cargador, y revisó sus redes sociales, específicamente Twitter. Cambió de cuenta para ver los comentarios de sus fans.

Desde allí siempre avisaba cuando había nuevo contenido, y de paso subía fotos subidas de tono. Los comentarios siempre eran los mismos, gente deseando su cuerpo a más no poder.

Pero hoy uno llamó su atención, algo que nunca le habían preguntado.

"Por qué nunca te metes juguetes? Me encantaría ver algo así, te verías muy tierno". Su mente quedó en blanco ¿Meter un juguete ahí? Nunca lo había pensado, ni mucho menos intentado.

Se levantó de su cama para prepararse el desayuno, luego iría anotar la idea en su agenda.

Tomó unas galletas de chocolate y se preparó un vaso de chocolate caliente, lo mejor para los días de invierno según el peliazul. Una vez todo listo, se dispuso a desayunar.

Minho no lo había visitado desde hace tres días, y eso era demasiado extraño. Siempre iba a su casa para hacerle el almuerzo y cena, era como un hermano mayor. Pero de un día para el otro dejó de hacerlo, como si lo evitara.

A su cabeza llegó la idea de que tuviera novia. Tenía que admitirlo, su amigo era muy bonito y la idea de que tenga pareja no era muy alejada, las chicas iban tras él desde que tiene memoria.

Volvió a suspirar mientras tomaba otra galleta, pero un mensaje Interrumpió sus pensamientos.

"Sunggie ^^ De verdad lo siento por no aparecer, me están matando en el trabajo".

Suspiró ya un poco más tranquilo, no quería que su amigo lo olvide por estar con algún ligue.

"Honnie, no pasa nada. ¿Qué dices de salir esta noche?" Le respondió.

"Quieres que lleve la cámara?" Preguntó al instante. Una sonrisa atravesó a Han.

"Claro, hoy pienso probar algo nuevo".

Siempre que salían a grabar, elegían un lugar al azar, tratando de que no mucha gente transcurra. La conversación quedó allí, no hacían falta más palabras.

Una vez que ya terminó su desayuno, fue al baño para cepillar sus dientes. Pensó en comprar un nuevo artefacto para su placer, ya que los que tenía eran solo pequeñas balas vibradoras.

Tomó su celular y volvió a entrar aquella red social, para preguntarles a sus fans que tipo de nuevo juguete debería comprar. El mismo usuario de la pregunta anterior, volvió a llamar su atención.

"Qué te parece un dildo?" Al parecer ese fan tenía muy buenas ideas.

Luego de asearse se metió a su habitación para poder vestirse, hoy sería día de compras. Iría al lugar de siempre, en donde conocía muy bien a dos empleados.

Salió de su casa a paso lento, no había apuro. El local se encontraba a pocas cuadras de su casa, así que no tenía problema.

— Hola Hannie —saludó uno de sus amigos, su nombre era Jeongin—. ¿Viniste por algo nuevo? —le sonrió el rubio.

—Sí, necesito tu ayuda de paso —respondió con una sonrisa.

—Sí, dime —dijo mientras se acercaba a Jisung.

Jeongin era su amigo desde secundaria, y fue el segundo en descubrir su segundo oficio. Lo ayudó bastante a crecer en la plataforma, dándole consejos de que hacer y que juguetes para su gusto podría usar.

—Hoy me preguntaron por qué no me metía cosas en... ya sabes dónde —el rubio asintió—. No sé cómo se siente y en el video de hoy quiero probarlo.

—Mhn, podrías empezar con un plug —comentó mientras se dirigía a una de las secciones del lugar—. Con eso empecé yo.

Sacó varios modelos, unos más complejos que otros. A Jisung se le hizo raro verlos, la mayoría tenían decoraciones en colores rosas y otros con colas de distintos animales.

—Solo debes dilatarte con un poco de lubricante y ponértelo —dijo mientras explicaba con sus manos—. Por el tipo de videos que haces, te recomiendo uno discreto.

Agarró uno de plástico color negro y se lo mostró. No era tan grande según el rubio, pero para el castaño si lo era. Sería la primera vez metiendo algo en su lugar prohibido. Hizo una mueca de desagrado al principio.

—Tranquilo, no duelen y entran fácil cuando dilatas bien. Puedes pedirle a Minho que te ayude —le guiñó un ojo.

—Me lo llevo junto con lubricante —dijo mientras sacaba su tarjeta de crédito.

Luego de pagar, se quedó hablando un rato con su amigo. Al parecer las cosas con Bangchan iban de maravilla.

Bang era uno de sus amigos junto a Jeongin y Lee. Siempre cometían travesuras cuando estaban en clases, tirándole papeles al profesor o interrumpiendo con un chiste. Desde hace poco ellos dos habían comenzado a salir, ya que a Yang se le dificultó hablar de sus sentimientos con el azabache.

El rubio, antes de que se fuera, le recomendó limpiar bien su zona para evitar accidentes. Han rio, antes de salir ya había investigado un poco sobre esas cosas, tampoco era tan tonto.

Caminó hasta su casa junto con la bolsa de sus compras, por suerte eran discretas. Saludó a un par de conocidos en el camino, era bastante popular en su barrio.

Entró a su casa y sin pensarlo se desvistió para dirigirse al baño, necesitaba bañarse.

A la hora de limpiar su zona, se le resultó extraño. Se sentía bien, una nueva experiencia placentera. Sus miedos se fueron cuando se dejó llevar, sin pensarlo frotaba sus dedos contra su entrada. Gemidos ahogados salían de su boca junto con pequeños espasmos. Cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo, cerró el agua de la ducha y salió.

Se dirigió a su habitación para poder cambiarse de ropa. Por lo general era oscura, no le gustaba mucho el color. Sus fans siempre decían que se le verían bien los colores pasteles, pero siempre ignoraba.

Escuchó la puerta de entrada abrirse, su amigo había llegado. Desde que tiene memoria me manejaban así, tenían copias de llave de la casa del otro.

—Hola Sunggie, voy a pasar —no le dio importancia, siempre se comportaban así—. ¿Cómo te sientes? —le preguntó mientras sacaba la cámara del placard.

—Estoy algo nervioso —admitió—. Hoy probaré algo que nunca hice en mi vida, y nunca pensé en hacerlo hasta hoy.

—Siempre hay una primera vez para todo —le sonrió.

Lee se felicitaba en su mente. Al parecer crearse una cuenta falsa para responder las preguntas que hacía su amigo en Twitter funcionó. Desde hace bastante había pensado en Jisung como algo más que un amigo. Sus ojos lo miraban con lujuria, deseaba todo de él.

Terminaron de empacar las cosas de grabación, no eran muchas por suerte.

Por fin, Minho podría tener el show que tanto le gustaba.