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Era día se semana, por lo cual Minho estaba distante nuevamente

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Era día se semana, por lo cual Minho estaba distante nuevamente. Hablaban muy poco, pues el trabajo no les permitía pasar tiempo con el otro.

Varias veces le habían llamado la atención al castaño, ya que se lo veía más distraído de lo normal. Por su mente pasaban los sucesos de la semana pasada, aún lo seguían estando en los lugares menos inesperados. Moría por ayudarle de nuevo, por ver esas expresiones de su mejor amigo.

Seguía comentando algunas publicaciones desde su cuenta falsa, pidiéndole miles de cosas para las grabaciones. Quería verlo brillar en su máxima expresión, de verdad lo necesitaba. Ya no le bastaba con verlo mientras grababa, quería más.

Han estaba en las mismas, solo que lo disimulaba un poco. No quería perder su trabajo. A pesar del poco dinero que recibía, sabía que su otro trabajo solo era temporal, no podía hacer porno toda su vida.

Soltó un suspiro lastimero al pensar de nuevo en Minho, en sus manos tomándolo de manera posesiva. Admitía completamente que lo deseaba, no de manera romántica, solo eran amigos. Pero lo admiraba demasiado, y pasar unas cuantas noches con él no arruinaría las cosas ¿verdad?

El teléfono vibró sobre su escritorio, por suerte estaba solo y nadie le llamó la atención. Era un mensaje de Lee, algo demasiado extraño para un día de semana.

" Hola Sunggie^^ Quería preguntarte si quieres grabar hoy, si tienes tiempo libre obvio".

Una sonrisa se instaló en su rostro, al parecer estaban conectados telepáticamente. Ayer había hecho horas extras, así que podría salir temprano. Respondió rápidamente afirmando lo anterior.

Sus pies se movían con ansias, justo hace unos días había adquirido un nuevo elemento para sus videos, uno bastante grande que no resistió a probar un poco. Si, había pensado en su amigo mientras lo hacía. Ya lo había visto muchas veces en poca ropa, así que imaginarlo no fue tarea difícil.

Desde que subió el video, las vistas incrementaron, ya no eran las pocas de antes, lo que significaba una buena paga para el mes. Podría pagar el gas y la electricidad de su apartamento, cosa que lo ponía muy contento.

Le avisó a su jefe que saldría temprano, cosa que le permitió al momento, era uno de sus mejores administradores de su empresa. Su nombre era Seo Changbin, un hombre bastante maduro y estricto en el ámbito laboral.

—¡Que tengas bonita tarde! —saludó el mayor con una sonrisa.

Han admitía que era sexy, pero lamentablemente tenía un esposo, uno muy bonito. Lo había visto muchas veces con él, a veces en momentos inapropiados. Su esposo, por lo que veía, era lo mejor que le pudo pasar al más alto. Así que no podía arruinar esa relación por una noche, no era ese tipo de persona.

Salió del despacho, dejando la puerta cerrada como de costumbre. Se dirigió al ascensor y marcó planta baja, Minho ya había avisado que lo esperaba en su auto.

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